Capítulo 1. Enojada

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«A veces la vida nos parece injusta, sin saber los motivos por los cuales suceden tantas cosas horribles en el mundo. Los optimistas piensan y predican que todo sucede para dejarnos una enseñanza, que de todo podemos substraer algo bueno que nos permita no sentirnos miserables y poder seguir adelante con nuestras vidas. Pero también existen personas como Amelia Craig, que piensan que todo eso es simplemente una mierda, pura basura poética».

Narrado por Chloé

Han pasado cinco años desde que todo mi pasado quedó atrás encerrando a William en el hoyo más oscuro que encontré. Desde entonces, mi vida cambió demasiado sintiéndome a gusto muy rápido y experimentando lo que significaba la felicidad plena, aquella que te brinda la satisfacción de sentirte vivo y a salvo junto a las personas que amas. Finalmente, mi conciencia estaba en paz, hice justicia por las atrocidades que William había cometido. Él, hasta la fecha, seguía pagando en prisión su condena ante la ley y la que yo le impuse. No podía matarlo porque eso me hubiera convertido en lo que él durante años deseó transformarme a su imagen y semejanza. Pero sí le di lo que merecía sin importarme si era moralmente correcto o no, le di un destino peor que la muerte.

Comencé una vida junto a Melissa y cada noche que la veía dormir a mi lado, o que nos hacíamos el amor hasta quedar sin energías sobre el cuerpo de la otra, yo me sentía inmensamente feliz y completa. Dejé de ser un ser roto, un eco en el silencio de mi alma, alguien que solo se esparcía como una honda en el agua desapareciendo para los demás. Ella durante años ha sido lo primero que ven mis ojos al despertar y esa era mi mayor fortuna. Mi sonrisa era genuina, mis momentos eran alegres, mis sueños profundos, mis días brillantes, mi trabajo placentero, mi amor por ella hacía que todo fuera mejor y su amor por mí me llenaba de vida.

Samantha se había recuperado sin tener ninguna secuela del ataque que sufrió por parte de William. Ella seguía ascendiendo en su trabajo y estaba a punto de convertirse en socia. Tenía una relación con un chico llamado Luke, que para ser honesta... no me agradaba, pero ella era mi hermana y debía hacerle la vida más fácil y no complicársela más. Además, yo le debía tantas cosas que sencillamente no me podría oponer a lo que sea que la hiciera feliz. Tenía una semana que no veía a mi mejor amiga y comenzaba a resentir su ausencia, lo que me llevó a pedirle a mi asistente Jessica que la localizara y le pidiera presentarse en mi oficina con la excusa de solicitar urgentemente sus servicios. Samantha había pasado días sin devolver mis llamadas, solo se dignaba a dejarme un mensaje de vez en cuando para disculparse por su abandono. Pero hoy se terminaría lo que sea que le estaba sucediendo, la obligaría a explicarme los motivos por los cuales me estaba evadiendo.

—Jessica, llama a los jefes de Samantha Pierce, diles que necesito sus servicios urgentemente y que exijo que sea Samantha quien tome este caso —después de todo no había cambiado mi esencia, seguía siendo la misma déspota de siempre y lo usaría para descubrir qué demonios le pasaba a Sam.

—Enseguida, señorita Black —me respondió Jess haciendo lo que le pedí y consiguiéndome la cita con Samantha dentro de una hora.

Una hora después... Samantha entrando a mi oficina.

—Eres una desgraciada Chloé. ¿Cómo se te ocurre llamar a mis futuros socios para manipularlos y hacer que me obligaran a venir hasta aquí? ¡Ni siquiera tienes un puto caso para solicitar mis servicios!

—Hola Sam, buenas tardes. También es un gusto verte amiga, te extrañé tanto, que lindo saber que también me extrañaste de la misma forma. ¿Dime qué pasó con el «Mon amour», con tu reluciente sonrisa que brillaba como el sol? Mejor dime, ¿crees que merezco tu abandono y que me trates así? —la vi bajar su mirada arrepentida de la actitud que estaba teniendo conmigo y se quedó reflexionándolo por un momento.

Todo lo que muestras.Where stories live. Discover now