CAPITULO 2

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Sus labios quemaban la piel del otro. Las palmas de sus manos picaban por no tener suficiente de la piel ajena. Mientras su tacto más sentía que la piel ajena se enchinaba, su placer se acrecentaba.

—LuHan —susurraba muy por lo bajo, sólo para que ese susurro quedara entre los dos amantes.

Las uñas de sus manos se enterraron profundo en las sábanas baratas que tenían esa cama de hotel y finalmente se vino. No sin antes ver los ojos de LuHan en la persona que estaba debajo suyo, y depositar todo lo que no podía pronunciar en un húmedo beso.









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Su hombro derecho estaba sintiendo el peso de su cuerpo. Sentía su brazo izquierdo estirado hacia el otro extremo de la cama tocando el espacio frío que había.

Él comprendía la situación perfectamente. Y no había otro motivo más para sentirse tan humillado como lo estaba en ese momento.

Dentro de la inconsciencia de sus sueños, buscaba el cuerpo de LuHan. Lo sabía por todas las veces en las que se despertaba en la madrugada a punto de caerse de la cama por no encontrar nada, o por girar y sólo sentir el frío y amplio espacio de un lugar vacío. ¿Y ahora? Ahora se había quedado dormido, tocando el rastro de alguien que ya no estaba.

Al menos su mente confundió al desconocido con LuHan y disfruto como se debe de disfrutar una noche de sexo.

Su cabeza punzó cuando vio lo que estaba en la almohada.

"Gracias..."

La caligrafía perfecta sólo causó que las mejillas de SeHun se colorearan de rosa y volteara los ojos fastidiado.

El hormigueo de la vergüenza en sus mejillas era muy humillante.

Se avergonzaba no por el hecho de buscar sexo, sino porque seguía buscando a LuHan en alguna otra persona, aun estando inconsciente.

No era que recordara mucho de la noche, pero por el dolor que había en todo su cuerpo, este supo que fue una noche primitiva. Sólo esperaba haber usado condón y que esa persona no le hubiera robado nada mientras dormía.

Otra señal de que esa noche fue satisfactoria: sus horas de sueño. Regularmente, se corría, descansaba lo suficiente hasta que su agitada respiración se controlara, y salía caminando por su propio pie, sin importarle en lo más mínimo lo que la otra persona estuviera pensando. Y ahora no, durmió como bebé hasta que el cielo ya estaba claro.

Además, estaba muy borracho.

En la mesita de noche que estaba de su lado, vio su celular, y unos cuantos billetes junto a otra nota:

"Por favor, toma un trago mientras piensas en mí"

SeHun volteo los ojos... otra vez.

Otro loco que creía que por sólo haber follado una noche ya estaría loco de amor. Lo bueno es que no había dejado ningún número telefónico.

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