CAPITULO 8

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LuHan apretó los ojos, sintiendo como sus lágrimas rodaban una vez más por sus mejillas. Su corazón brincaba de felicidad, había soñado ese momento tantas veces, que ahora que era realidad no podía creer que sus ojos brillaban más que la sortija.

SeHun estaba proponiéndole matrimonio.

Le iba a proponer matrimonio si no hubiera sido secuestrado.

No fueron necesarias las palabras, con el puro movimiento de cabeza y abalanzarse contra él para besarlo, la tan ansiada respuesta llegó y el anillo encajo perfectamente en su anular izquierdo. Cuando sintió los labios de SeHun sobre los suyos, pudo sentir que se había teletransportado dos años atrás, donde era feliz, y besarlo, sentir sus brazos a su alrededor, lo hacía sentir seguro.

—Tenemos que preparar nuestra boda —susurró aún con los labios de LuHan acariciando los suyos.

—Quiero que lleves un boutonniere color naranja ese día.

—Si tú quieres que vaya vestido de salmón a nuestra boda, me iré vestido de salmón.

LuHan soltó una carcajada que lleno de vida la habitación.

—Es nuestra boda, no una fiesta de disfraces

—Podemos decirle a nuestros invitados que vayan disfrazados —SeHun tomó su mano acariciando el anillo, guardó silencio observándolo. Después de dos años llegó a su dueño.

Beso la mano de LuHan y lo vio a los ojos, sus labios se atrajeron como imanes y comenzaron un beso sin prisas, de esos que LuHan disfrutaba porque ambos se demostraban lo mucho que se querían.

Recostados en la cama, con un SeHun encima del pecho de LuHan, sentía como enterraba sus dedos acariciando su cabello.

SeHun no podía creer lo feliz que era en esos momentos. Veinticuatro horas antes, mientras estaba en esa misma cama, había derramado lágrimas por quien sabe cuántas veces.

—Tenemos que ir a la policía —habló por primera vez después de unos cuantos momentos en silencio.

Debajo de sí, sintió como LuHan se puso tensó tras escuchar aquella petición e inconscientemente apretó en un puño el cabello de SeHun. Fue consciente de ello cuando SeHun se quejó. Poniendo sus brazos a los costados y levantándose para quedar a la altura de LuHan, vio con más que con miedo a los ojos de SeHun.

Finalmente asintió. No podía dejar que el terror ganara sobre lo que ellos sentían el uno por el otro.

—Nadie nos va a separar —sus labios dieron un pequeño tirón de los nervios— Te amo.

—Mi amor...—susurró SeHun cerca de su oreja abrazándolo.

LuHan rodeo su cintura aprisionándolo contra él.

Él había tomado su decisión, estaba dispuesto a luchar por su amor a SeHun, no iba a dejar que esa persona que les hizo daño ganara.










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INDEFINIDO || HUNHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora