5. Brotherhood

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— ¿Viste a Jiang Cheng?

Yanli negó con la cabeza — Llamó y dijo que no vendría a trabajar hoy.

— ¡¿QUÉ?! — el grito de Wei Wuxian fue tan fuerte que su hermana tuvo que taparle la boca.

— Shhh, los empleados no están acostumbrados a trabajar sin él dándoles órdenes...— dijo Yanli con una mirada preocupada — Se sienten desorientados y huérfanos, ¿qué debería hacer?

— ¿Por qué no vendrá? — preguntó de nuevo Wei Wuxian intentando bajar el tono de su voz al mismo que usaba su hermana como cuando quería contar un secreto y que nadie los escuchara.

Yanli bajó la mirada — Es mejor que vayas a visitarlo — afirmó — Estoy segura de que en momentos como éste te necesita más de lo que él usualmente aceptaría...

Wei Wuxian no entendió, pero no tuvo más opción que hacerle caso a su hermana, pues esta no pudo decirle mucho más. Después de esa pequeña conversación en el restaurante, Yanli tuvo que ir a dirigir la cocina ante la ausencia de Jiang Cheng.

La noche anterior, tal como lo había planeado, Wei Wuxian siguió a Jiang Cheng a su cita y llegó hasta el club. Entró después de su hermano, pero lo perdió de vista una vez que éste se dirigió a otro lugar con un joven bastante atractivo.

"¿Qué le habrá pasado con ese chico?" se preguntaba mientras iba de camino a la casa de Jiang Cheng. Solo podía preguntarle a Mianmian, pero estaba seguro que ella no le diría quién había sido la cita de su hermano. Al final lo único que Wei Wuxian podía hacer para saciar su enorme curiosidad era intentar sacarle palabras al hombre más terco de su familia.

Cuando finalmente llegó a la casa de su hermano, se anunció en el portón para que le diera entrada.

— ¿Qué diablos haces aquí? — preguntó Jiang Cheng al otro lado del intercomunicador.

— ¿No puedo venir a visitar a mi hermano?

— Pfff... — Jiang Cheng abrió el portón eléctrico del garaje para que Wei Wuxian pudiera conducir hasta el interior.

**********

2 horas antes...

El reloj de su despertador sonó a la hora usual, seguido del ladrido de su perro, Weasley. Sin embargo, Jiang Cheng sentía que todo su cuerpo se negaba a obedecerlo. En cuanto abrió los ojos se dio cuenta que sus sábanas estaban húmedas y eso se debía al sudor en el que estaba bañado su cuerpo. Al parecer tenía algo de fiebre, pero no era un resfriado común y corriente o algo que antes hubiera experimentado, sino que era la misma fiebre que lo había envuelto en el coche del alfa desconocido la noche anterior.

El cuerpo del omega sintió la necesidad de ese alfa como si el aroma de su piel se le hubiera quedado impregnado hasta las entrañas.

— No-puede-ser — se dijo a sí mismo de forma pausada.

Así era, estaba en celo, no era una simple calentura pasajera a causa de alguna sustancia ingerida en la discoteca. Sí, era posible que lo que sea que le diera Xue Yang lo hubiera provocado, pero lo más probable era que se hubiera eliminado todo el efecto de sus supresores.

"Maldito loco, ¿qué pretendías?" pensó recordando a Xue Yang.

En ese momento ya no importaba lo que Xue Yang pretendiera sino que él mismo había cometido una locura la noche anterior. Contra todo pronóstico y comportamiento moral, del que su madre siempre había estado bastante orgullosa de él, Jiang Cheng terminó perdiendo su virginidad con un alfa desconocido. No había palabras para describir la vergüenza que sentía al recordar todo lo que había hecho y se había dejado hacer, aunque en realidad no fuera nada de otro mundo. De hecho, empezaba a imaginar muchas otras cosas que hubiera hecho, pero su falta de experiencia había sido bastante clara. Ni siquiera estaba seguro de si había usado su boca adecuadamente, aunque el alfa no se quejó cuando lo hizo torpemente.

Boy in redWhere stories live. Discover now