Ando teniendo visiones del pasado, puedo enamorarme? yahoo respuestas

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En realidad, había sido una sorpresa para Samuel que George se hubiera tomado en serio la petición no tan seria que le había hecho sobre conocer uno de los hoteles Alston. Más cuando había sido el curioso intercambio de información que lo llevó a conocer el cumpleaños de George y, por ende, romperse la cabeza buscando un regalo que Mary terminó enviándole a su nombre para no levantar sospechas de sus padres y el por qué —de todas las cosas que podía pedir que le enviaran— pediría sangría. La respuesta era que quería impresionar a George con algo que no fuera fácil de conseguir para él y por cómo había resultado aquello, tenía una corazonada de que lo había logrado.

Dejó pasar a George primero dentro del ascensor y antes de que se cerraran las puertas se quedó observando el lobby para memorizarlo todo. Porque para eso estaba, ¿no? Era como una clase de italiano, pero fuera de la biblioteca y sin italiano de por medio.

—Espero que te esté gustando, diletto —George le guiñó un ojo y Samuel tuvo que desviar la mirada de sus ojos azules para no caer muerto en el acto, así que intentó en enfocarse en otra cosa.

Como la bandera de arcoíris que estaba en la mesa de bienvenida del lobby. Tragó saliva y respiró profundo, el aire acondicionado no era el que le estaba dando esa sensación peculiar en el cuello, y poco a poco creía que iba a ir averiguando su verdadera procedencia.

—¿Qué con esa bandera? —Samuel señaló hacia al frente, pero no se había dado cuenta de que las puertas se habían cerrado hace un buen rato y que estaban por el sexto piso, así que en realidad no estaba señalando a nada— La de arcoíris en el lobby.

—¿Qué crees que es? —George sonrió de lado, como retándolo con la mirada a adivinar.

—¿El pacto por el diluvio? —respondió casi de inmediato, aunque su voz no demostraba seguridad.

—¿Qué diluvio?

—El diluvio, George. El arcoíris es una señal de Dios para demostrar que nunca volverá a causar un diluvio como el de Noé.

—¿Y ahora quién es Noé?

Samuel estuvo a punto de responder, cuando notó que la señorita con la que habían subido para ver el penthouse lo estaba mirando extraño. Como si no fuera de la Tierra.

—Esa no fue mi pregunta. ¿Qué hay con la bandera? —tampoco sabía muy bien por qué seguía insistiendo en el tema; quizá porque ver a George a la deriva de la risa era una expresión que le quedaba muy bien a su cara. Quizá por algo más.

—¿Es la primera vez que la ves?

—No...

—¿Dónde la viste por primera vez?

—En la ciudad. Por junio, creo. Por toda la ciudad. Por eso creí que era lo de Noé. No sé, es rara la ciudad comparada con mi pueblo. O sea, no raro malo, más como raro interesante. Me gusta la ciudad —Samuel habló con rapidez viendo los zapatos negros lustrados de George.

—Bueno saberlo —George se inclinó un poco y le susurró, antes de responder finalmente su pregunta—: Es la bandera gay. En junio fue el mes del orgullo y Nueva York es como que el segundo lugar más abierto después de San Francisco. ¿No viste los desfiles?

—En Staten Island no hubo nada —levantó la mirada y vio como la chica se notaba de verdad preocupada, pero no había dicho nada.

—Cierto que vives por allá. Fue un viaje largo cuando te di la clase en tu apartamento. Aunque no me arrepiento.

No solo sentía las mejillas calientes, sino que también sus orejas y cuello, más porque justo después de esa clase había pasado lo que había pasado. Ese sueño que no paraba de volver a sí una y otra vez. Necesitaba preguntárselo de una vez por todas, porque de nada valía soñar improbabilidades.

Pasado Imperfecto - TDA #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora