-...Debería disculparme...-pensó Annie en voz alta, pasando por completo de Meghan, quien arqueó la ceja curiosa al escucharla.
- ¿Conmigo? Y si no, ¿Puedo saber de qué hablas, rojita? - Annie la miró apenada, pues no notó que lo había dicho en voz alta, antes de ir a sentarse junto a ella, apoyando la cabeza en su hombro.
-Con Finnick- la rubia frunció el ceño, pero antes de que pudiese decir algo, Annie se explicó-. Lo besé...-Swan se quedó muda, incrédula por lo que su sonrojada amiga había dicho- ¡No pongas esa cara! - la rubia no había notado que estaba boquiabierta, pero en cuanto reaccionó, estalló en risas, ganándose un almohadazo de su amiga, quien parecía un tomate.
- ¿Y por qué tendrías que disculparte, Annie? - preguntó risueña, tratando de calmarse para no fastidiarla. Era reírse con ella, no de ella.
-Porque no somos nada realmente, y él no me dio señales de que le gustaría, o al menos, no señales claras...-empezó a explicar, apenada-. ¿Y si tiene pareja? - recordó algunas chicas estrafalarias al lado de Finnick en las ceremonias, en la prensa rosa. Quizás "novia" era ingenuo de decir, pero no asumiría más de la cuenta-. E incluso si no, probablemente lo puse en una situación incómoda. A nadie le gusta que le roben un beso de repente....
-...No generalices. Además, si de verdad le hubiera molestado, ya te habría dicho...- Annie la miró incrédula, haciéndola reír-. ¿Cómo te sentirías si alguien se disculpara por besarte?
-No sé...-reconoció, agobiada. Meghan la compadeció, bajándole a sus risas.
-...Pues si de verdad te molesta y quieres disculparte, hazlo. Pero si solo sientes que debes hacerlo, mejor no, porque realmente no le debes nada...-Annie solo asintió, encontrando más lógica en lo que decía ella que en lo que pensaba.
-Quiero ver a la familia de Wade- el nombre del chico les caló como agua fría, la imagen de la cabeza de Wade grabada a fuego en la mente de ambas.
- ¿Estás segura, Ann?
-No sé, pero él fue por querer ayudar en su casa. Fui su aliada y amiga, Meg. Si puedo ayudar en algo, en lo que sea...Es lo correcto y lo que quiero hacer...
-...Me parece muy noble- Meghan decidió limitarse a ser honesta. Ella sentía que le debía mucho a ese chico por haber protegido tan aguerridamente a su amiga, incluso a sabiendas que solo uno saldría vivo de esa masacre. No frenaría ninguna buena intención de ella hacia él o su familia.
- ¿Sabes que más quiero?
- ¿Qué, Ann?
-Comer. Vamos a ver que trajiste, ¿Si? - Meghan solo rio por la desfachatez de su amiga, feliz de verla más animada. Seguía adversa a acercarse al mar, manteniéndose completamente alejada del 4 o la playa vecina, limitada a la compañía de los visitantes y sus extraños vecinos.
Quizás su iniciativa de ver a los Seaver le ayudaría a superar ese miedo...ojalá.
Finnick no juzgaba las vidas privadas de sus clientes, pero para él, un hombre de tierra sencilla y más bien cerrada, algunas excentricidades todavía le parecían extrañas.
Su problema no era la relación abierta, sino más bien que metieran a gente forzada en sus asuntos...o en su cama.
En parte sabía que juzgarlos era lo mínimo que merecían por fomentar la trata, pero de igual modo lo sentía absurdo e inútil.
-Quédate quieto- pidió el hombre tras el lienzo, a lo cual Finnick rodó los ojos. La esposa del pintor, una mujer ligeramente más agradable que su marido, solo rio mientras que le ofrecía algo que comer, para disgusto del teñido.
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Contracorriente | La Historia de Annie Cresta y Finnick Odair
FanficLa vida de Annie se quiebra cuando su nombre sale el día de La Cosecha. No tiene nada a su favor. Nada, excepto él: Finnick Odair, su mentor. ⚠️Advertencia: Esta historia contiene temas sensibles como representaciones gráficas de violencia, sexual...