☕︎𝕞𝕒𝕤𝕥𝕦𝕣𝕓𝕒𝕟𝕕𝕠 𝕒𝕝 𝕡𝕒𝕤𝕚𝕧𝕠☕︎

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–¿Campamento?– preguntó el pato disgustado –Nee, si viejo. ¿Algún problema?– soltó Bugs y miró a su pareja con neutralidad.

–¿Cómo que si algún problema, tonto? ¿Sabes lo que es un campamento?  Está lleno de arañas, bichos, mosquitos y otras alimañas, es desagradable. No iré.– Dijo con osadía el pelinegro y cruzo sus brazos en señal de molestia mirando a su novio.

–Ay, vamos, Daff, no será tan malo, llevaremos repelente, cobijas calientitas y bombones para hacer una fogata, será divertido, date la oportunidad, ¿Si?– Dijo Bugs y abrazó a Daffy por la espalda, comenzó a dar besos en su cuello para distraerlo y persuadir una respuesta de aceptación. Lo que el pato notó, así que solo se recargo en la encimera de la cocina disfrutando un poco de los mimos de su amado.
Suspiró y volteó a ver al conejo.

–Bugs, basta. No vas a conseguir mi aprobación de esa manera, se lo que tratas de hacer, bobo.– le sonrió ladino con una expresión relajada. El conejo sonrió un poco malicioso por la respuesta del menor y lo apego más a la barra detrás de ellos, poniendo su rodilla en la entrepierna del otro y presionandola con leve fuerza.

–Eso crees, cariño?~– Presionó un poco más su rodilla y comenzó a hacer movimientos rítmicos con ella, algo que puso nervioso al pato enseguida.
–H-hey~ eso es injusto, s-sabes que no puedes hacer eso para convencerme de algo– El sonrojado pato estaba disfrutandolo, pero aún tenía cordura como para saber lo que debía, y no hacer. También era cierto que era injusto que Bugs le tratara así para persuadir su respuesta hacia la que quería, pues habían quedado en un acuerdo correcto para ambos en el que Bugs no podría aprovechar la excitación del menor para hacerlo hacer algo a lo que se oponía. Entonces, no estaba respetando las reglas antes acordadas.

Nuestro pobre pato se encontraba acorralado ante los besos en el cuello y la pierna de su atrevida pareja, la cuál seguía moviéndose con lentitud, sabía que debía resistir, aunque sea un poco más. Entonces, con todas las "fuerzas" que tenía se quitó al conejo de encima y siguió con su opinión en pie, no iría a ese terrible campamento. Bugs ya un poco cansado de la situación decidió violar un poco las reglas y las dejo de lado.

Volteó a Daffy por la cintura con rudeza innecesaria y lo subió a la encimera de la cocina, sentandolo de piernas abiertas frente a el. Comenzó a besarlo y a apegarlo a el en un movimiento rápido, puso su mano sobre la pierna del otro y comenzó a acariciarlo. Daffy por su parte, estaba calentandose cada vez un poco más, así que decidió también por solo está vez romper las reglas bajo su consentimiento y le siguió el beso apresurado a su conejo. Sintió la mano del mismo en su pierna acariciándolo y se excitó más. Bugs no estaba caliente, solo quería hacerlo cambiar de opinión, así que siguió con su plan maestro y empezó a subir su mano acariciándolo con delicadeza.
El beso era suave, con pasión pero tranquilo, sus lenguas jugueteaban la una con la otra con Bugs por encima controlandolo más, pero se disfrutaba; dió otro avance y puso su mano sobre la entrepierna del otro, con la tela separando a su ya erecto miembro de la mano del enguantado.

Daff ya daba gemidos leves callados por la boca de su pareja, se estaba quedando sin aire, así que se separo del otro para mirarlo.

–ah, b-basta, he dicho que n-no~– Miro agitado a Bugs y tratando de detenerlo, ya se había arrepentido de haberlo dejado seguir, así que trataría de evitar que continuara. Hizo a un lado al peligris y se bajó como pudo de la pequeña "mesa" en la que estaban.

–Dios, eres tan irritante, he dicho que vas a ir, ¡Quieras o no!– El conejo tomo a Daff del brazo y lo pegó contra la alacena con fuerza y molestia.
Ahora Daffy sabía que estaba perdido, ya no habría vuelta atras pues Bugs ya se había molestado, entonces no quedaba de otra. Siempre tiene un ego tan grande nuestro pato engreído, pero está vez fue un sumiso total. Y eso le encantaba al conejo.

Bugs besó a Daffy y levanto una de sus piernas para que sus miembros se rozaran aunque sea por encima de la ropa. El peligris se separó un poco del cuerpo del otro y sin romper el ahora ardiente y frenético beso, quitó sus pantalones con velocidad, bajo su ropa interior y tomo el miembro de su amado en su enguantada mano. Notó que traía el guante puesto, así que separo brevemente el beso, mordió uno de los dedos y se sacó el guante con agileza. Volvió al beso y puso su mano, ahora sin el guante sobre el duro pene de su querer.
Empezó a moverlo sin prisa de arriba hacia abajo y siguió con su húmedo beso. El cual silenciaba los reproches y gemidos de su pareja.
Fue bajando sus besos hasta el cuello del más chico y comenzó a lamerlo con lascivas intenciones, todo esto mientras movía cada vez más rápido su mano para darle más placer a su pareja.

–¿Y e-el irritante soy y-yo? Hmm~– Sintió como el conejo le dió una mordida un poco más fuerte y movió su mano más rápido. Sentía enloquecer con las eróticas acciones de su contrario.
Un cosquilleo comenzó a hacerse presente en su vientre, iba a correrse, pero no podía solo hacerlo sin previo aviso, aunque no lo pareciera, era bastante evitativo en cuanto a desastres que tendría que limpiar después, así que decidió avisar.

–B-Bugs, v-voy a correrme~– cerro los ojos con fuerza esperando su ansiado climax. El cual no llegó.
–Vas a ir al campamento conmigo entonces?~– El orejón detuvo todos sus movimientos en seco, haciendo que el placer del pato se fuera al caño, dejándolo a punto de explotar. Sabía lo que hacía, el pelinegro era bastante fácil de manipular así que hizo lo que debía. Detenerse en el momento indicado.

–¡Ngh!~– el pato estaba invadido por el deseo y las ganas enormes de correrse y liberar todo en la cara y las manos de Bugs, así que como justo quería el conejo, aceptó.

–¡Maldición, s-si a la mierda iré! ¡S-solo no te detengas, ah!– Bugs sonrío satisfecho y movió su mano con más fuerza y rapidez, mordió con fuerza el cuello de su pareja, el cual aún tenía ese lindo collar y sintió como todo el espeso líquido corría por su mano, escuchando un gemido que contenía su nombre junto a su mano llena de la escencia de su novio.

Se separó mirando como había quedado el pelinegro y mordió su labio al ver esa escena digna de una película erótica de las más buenas. Daffy recargado con las palmas de sus manos en la alacena tratando de recuperar la respiración, sonrojado, marcado del cuello y con las piernas levemente manchadas de su propio orgasmo, antes experimentado.

Le sonrió con ternura. Se acercó a él y le dió un beso en la frente, y salió de la habitación, dejándolo en la cocina con todo ese desastre.

–Limpia eso y haz tus maletas, nos vamos mañana en la mañana– Hubo en pequeño silencio y continuó.

–por cierto, que sabor tan agradable~– se rió a lo bajo y subió las escaleras hacia el baño para limpiar su mano, no sin olvidar su guante.

–¡Bugs!– Se quejó Daffy y se sonrojo ante tal inapropiado comentario.







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★ 30 𝐷𝑖𝑎𝑠 𝐷𝑒 𝑂𝑇𝑃 - 𝐵𝐴𝐹𝐹𝑌★Where stories live. Discover now