La vida nos unio

¿Me traicionaste?

Bueno tengo poco que decir solamente que se disfruten este capitulo que me tomo dos dias xdxd dicho sea de paso, perdon por recien actualizar pero es que tuve un accidente del que solo unas personas saben y bueno no pude escribir nada porque me lesione una de las manos y me costaba escribir pero ya estoy mejor y ahora si SIN MAS DECIR COMENCEMOS.

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"Éramos como dos desconocidos que se conocían muy bien"

Callum por fin habia llegado al campamento y solo anhelaba dos cosas; la primera que Soren le creyera la perfecta excusa que se habia inventado y la segunda era poder ver a Claudia, su amada Claudia, poder ver sus hermosos ojos negros y su bello cabello negro largo con puntas moradas. Pero eso ya lo haría luego de hablar con Soren.

Camino entre los demás soldados directamente a la tienda de Soren, esperaba convencerlo de todo aunque algo en el sentía que algo estaba mal tenia el presentimiento de que Rayla lo había seguido. Si bien tomo algunos atajos y no fue por el mismo camino igual se lo temía, ¿Por qué duda? Muy buena pregunta a la que hay muchas respuestas como, que ella era su enemiga, no era de fiar a pesar de que le salvo la vida, entre algunas otras posibles ideas que se le cruzaban por la cabeza. Pero fuera nervios, ahora solo tiene que concentrarse en hablar con Soren y que él le crea después podria hacer y pensar lo que quiera.

-entra a la tienda –

- lo ve – Calum... creí que no habías vuelto del campo de batalla.

- Si, pero es una larga historia lo bueno es que estoy aquí solo te lo quería comunicar de mi llegada.

- Claro, bueno ya te vi ya hablaste asi que ¿tienes algo mas que decirme?

Calum dudo un segundo en hablarle sobre la joven elfa que lo curo pero después cayo en cuentas de que no era lo mejor.

- No nada mas.

- Bien, anda con los demás y haz tu cargo como capitán

- Si, general – se va-

El soldado salio feliz y campante después de hablar con Soren, tenerlo de general no era tan malo después de todo, ahora podría ir a buscar a Claudia sin problema alguno.

Y aunque sus dudas de que Rayla lo hubiera seguido se esfumaron por un momento, la elfa no se sentía igual que el. Sentia algo que no podía explicar con sus palabras, ni explicárselo a ella misma.

-cierra la tienda y se hace bolita – ufff... vamos Rayla concéntrate – se tapa la cara con ambas manos - desde que he dejado a Calum atrás no estoy nada tranquila, tal vez lo que dijo Nix me esta perturbando un poco, pero no debería afectarme para nada... - deja salir un suspiro – pero... no se que me esta pasando estoy muy desconcentrada como en otro mundo, me escondí mi tienda porque dije que me sentía mal pero no, maldición – se golpea la cabeza levemente – mi cabeza me va a explotar... y si yo... - piensa en algo y al instante se sonroja – Nooooo, no Rayla, no eso es imposible, en todos los sentidos pero... ¿y si el también se siente igual...? – mira hacia arriba y sonríe con amargura – pufff, nah no creo que eso sea posible.

Escondida dentro de una tienda con un sentimiento agridulce de no entender que le pasa ¿porque siente esa presión en el pecho cada vez que piensa en él?, cada vez que un leve rayo de sus recuerdos y memorias lo alumbran ese pelo castaño, esos ojos verdes y ese porte que tenia al quitarle la armadura, ¿será posible que ella este? no, ella lo ve como algo imposible algo increíble completamente no es posible; una persona no siente eso de la noche a la mañana, una persona con sentido común y en su sano juicio no experimenta eso ante su enemigo aunque si no es eso ¿Qué es? no encuentra explicación alguna en este momento le encantaría morirse, pero también sabe que tiene que ordenar sus pensamientos y en ese lugar escondida tal vez lo logre.