Temporada 1| COCLUIDA
Temporada 2| EN DEPRESIÓN
Arlene es la mejor en su trabajo... por lo menos hasta que se topa con Cinco Hargreaves que amenaza con quitarle su empleo y prívilegios. Las peleas se hacen cada vez más fuertes hasta que explotan en...
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—¡Claro que no! —gritó. Yo seguí por el pasillo en el que colgaban obras de arte pintorescas.
—Entonces, ¿por qué tú sigues allí parado y yo feliz con mi nuevo vestido? —me burlé dando una vuelta que hizo alzar mi falda un poco.
No respondió y eso me hizo sentir aún mejor. Sin embargo, corrió detrás de mí con la mano en su cuello. Parecía un perrito en busca de su mami.
—Asesiné a la persona equivocada —dijo entre dientes.
—Hum, ese es tu estúpido problema. Si me disculpas, ya debo... espera —me detuve y analicé sus palabras.
Mal-di-ta-sea
Asesinó a la persona equivocada... llegué tarde. Ellos ya lo habían hecho, estaban muertos. La misión que nunca quise cumplir había sido asignada a Cinco. Y el rubio que estaba con él era la prueba suficiente de que su muerte estaba asegurada si lo dejaba ahí.
No me tomó mucho tiempo tragar saliva y darme cuenta de lo tonta que había sido al querer hacer una entrada triunfante con un papel dramático.
Es decir, ensayé mi papel por horas,"Una dama en apuros".
Si no me hubiera demorado con las margaritas y los postres habría llegado a tiempo.
Según mi plan fallido, yo llegaría en el momento justo antes de la tragedia para advertirle a número Cinco y separarnos para siempre.
¡No engancharme a él!.
Debí imaginar que no lo dejarían venir aquí sin un vigilante.
Ya tenía presente de que yo no soy capaz de dejarlo solo, a pesar de que él sí lo haría conmigo.
Reí nerviosa y bajé la cabeza.
Al parecer no solo llegaba tarde a cualquier lugar, también lo hice a la repartición de cerebros funcionales.
¡Mi cerebro simplemente no funciona!
—Disculpenos señorita Arlene, los cerebros nuevos están agotados y solo uno viejo nos quedó en el rincón, ese será para usted —imaginé al hombre de la tienda imaginaria diciéndolo.
