"La Comisión" I ✨Five Hargreeves✨

19: La Revelación

—No tengo idea de lo que será de mi vida, pero no quiero vivir así. No conozco el pasado y eso me asusta. Demasiado. Pero si Cinco puede rebelarme mis propios secretos, estoy dispuesta sacrificar todo por escucharlo.

Mi madre me mira con recelo y niega ante mis palabras. Ni siquiera sé porqué le pregunto sobre aquella noche. Ni siquiera sé porqué me atormenta. Solo siento que mi cariño por Cinco Hargreaves no es normal, que no me cabe en el pecho. No me gustaría hablar de cuanto quiero tenerlo cerca porque mis descripciones jamás acabarían.

—Quiero que me lo digas porque no puedo seguir como lo he hecho hasta ahora, ¿qué demonios me sucedió? —digo entre dientes, tratando de no sonar como si estuviera a punto de llorar. Aunque lo estoy.

Pero ella sigue negándose.

—Arlene...

—¡No me llames así!, —le grito—
no tengo idea de si es mi nombre. No sé en qué me has mentido.

Silencio de nuevo.

No existe nada más que un silencio asfixiante entre ambas. Me ha tomado mucho tiempo recuperar los restos de mi memoria vieja y ahora que sé que Cinco no me reconocía, por alguna extraña razón, espero que la mujer que dice amarme me permita vivir en paz.

—No quiero vivir así... —repito titubeando lo que en verdad siento— y no quiero hacerte daño, pero si esto no termina con un buen trato... lo averiguaré yo misma, muy lejos de ti.

Las uñas de la Encargada se mueven por su escritorio, jamás la había visto tan callada. Jamás la había visto sin su actitud relajada. La imagen me resulta intrigante, hago un intento de mantener la paciencia, su cara me dice a gritos que lo que tiene para decirme no es nada bueno.

—De acuerdo —dice por fin dejando sus manos sobre el escritorio— desde que eras una niña, hablamos sobre la importancia de que la línea del tiempo se mantenga intacta —explica con detalle— no puede cambiarse.

—Lo dices cómo si yo no supiera cómo hiciste para traerme aquí —la interrumpo— la línea del tiempo puede cambiarse. Es difícil y debes equilibrar el cambio, pero es posible.

Mi respuesta la desconcierta aún más, ya no soy La Niña que puede engañar con facilidad.

—En este caso... Cinco era indispensable para algo más grande. Sus poderes podían ser muy útiles y el entrenamiento previo que su padre le dio también —hace una pausa— No nos equivocamos, demostró que podía hacer más que cualquier agente común así que lo contratamos luego de estarlo monitoreando.

—¿Por qué no me recuerda entonces? —inquiero, está es la primera vez que hablamos tan a profundidad del tema.

—En ese momento tú ya estabas conmigo—me mira directamente, con los ojos cristalinos como si lo siguiente que diría me dolería mucho y a ella al mismo tiempo— Te rebelaste como siempre y cuando te enteraste de su futuro quisiste impedirlo. Lo viste una noche en los pasillos y cuando no te reconoció huiste para impedir que esto pasara. Viajaste en el tiempo, intentando cambiar el destino de Cinco y en busca del origen de su amnesia. Ignorando todo lo que te he enseñado.