20: Compañeros de vida

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—¡Estoy harta de esto!, ya no podemos seguir así —digo alejándome unos metros de Cinco

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—¡Estoy harta de esto!, ya no podemos seguir así —digo alejándome unos metros de Cinco.

—Y ¿qué quieres hacer?, ¿te irás? —grita detrás de mi.

—¡Por supuesto que no!, eres tan tonto que jamás sobrevivirás sin mí.

Así comenzamos la mañana. Se nos había hecho costumbre discutir. Nuestra convivencia se volvió en una llena de incómodas situaciones juntos. Ya no podíamos estar cerca sin que nuestra respiración se acelerara y el palpitar de nuestros corazones se uniera en una línea de dependencia... eso me molestaba. Después de nuestros "momentos" Cinco y yo evitamos vernos, incluso parecíamos molestos.

No hablábamos.

No nos acercábamos.

Nada era lo mismo.

Hoy, por la mañana, mi mano se cruzó con la suya. Estábamos desayunado y por accidente tomamos al mismo tiempo la sal. Nuestras miradas se perdieron entre sí y ninguno sabía cómo separar nuestros dedos. Él frunció el entrecejo y desvío la mirada, luego de eso se levantó de repente para encerrarse en su habitación. Y es que no era idiota, por más que me empeñara en recordárselo. El, y yo, no teníamos ninguna enfermedad que nos incapacitara de sentir más allá de nuestra propia piel.

Últimamente, habíamos tenido muchos de esos silencios. Eran raros. Como si alguien quisiera decir algo, pero no llegara a hacerlo. Yo misma sentía que tenía algo que decir, pero no sabía muy bien el qué, así que me quedaba en silencio. Como él.

Cinco también lo sentía, aún cuando nos hiciéramos los tontos. El sentimiento de no respirar me invadía cada que los "momentos" sucedían. En segundos miraba sus labios y me parecían lo más atractivamente enfermo del mundo. Lo peor era que sus ojos también bajaban a los míos.

Abrí la puerta de la cafetería y no esperé a que entrara, le solté la puerta en la cara. Él solo hizo una mueca y dio la vuelta para irse. Gracias por dejarme sola. Bien, así mis hormonas se tranquilizarían, aquellas mismas que se volvían locas cada que su voz mencionara mi nombre. Me senté en la barra e incliné mi cuerpo hacia adelante, con los codos ahí.

"La Comisión" I ✨Five Hargreeves✨Where stories live. Discover now