CAPITULO TRECE

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22:47 PM 01062030 | Seoul, South Korea

La puerta de la cabaña fue golpeada con tanta fuerza y desesperación, que todos creían que se caería en cualquier momento. El mayor de ellos abrió dejándolos entrar. Entre jadeos y llanto la chica les explicó todo lo que estaba sucediendo. Tomaron los bolsos que tenían preparados y se subieron de prisa al pequeño automóvil que tenían estacionado al costado de la casa.

El más joven de los cuatro conducía a toda velocidad por la carretera siguiendo las instrucciones de Yoongi. Los chicos del asiento de atrás iban abrazados tratando de superar el trauma. Ambos le habían tomado un cariño especial a Jimin y también, claramente, al doctor Jin.
Tn se aferraba de la ropa de Namjoon mientras trataba de controlar su mente. No podía decaer, tenía que ser fuerte, aunque su salud mental cada vez iba peor para ser sinceros. Ya quería acabar con esa maldita pesadilla.

Al cabo de un par de horas, lograron llegar a la base militar. Parecía estar custodiada por todos lados, habían militares con armas incluso más grande que ellos mismos. No había ningún civil fuera del recinto, así que se cuestionaron si era seguro estar allí realmente.

Uno de los suboficial que custodiaba los bajó del automóvil para hacerlos pasar al recinto. Los guiaron a un gran salón que estaba repleto de otros sobrevivientes. Tal vez habrían unas ciento cincuenta personas, entre ellos civiles y militares. Parecían estar a salvo.
Namjoon sostenía con firmeza la mano de Tn. A ambos se les quitó un peso de encima al estar allí. Los cuatro estaban uno junto al otro, escuchando a una joven mujer quien los guiaba a una mesa dónde había comida, les permitieron alimentarse para luego ser trasladados a otra habitación.

Los cuatro se detuvieron fuera del salón, ya que la mujer que los guiaba fue por otros dos jóvenes que serían ahora parte del grupo. Los seis avanzaron a una habitación donde serían bañados y desinfectados. Pasaron los seis en fila por una ducha de pasillo mientras iban siendo descontaminados. Al final de las duchas se les pidió que dejaron su ropa en unos cubos amarillos que tenían escrito la palabra "peligro" en letras rojas. Los cinco hombres se giraron para darle comodidad a la muchacha mientras todos se vestían con una bata blanca hecha de papel.
La mujer que los guiaba los hizo avanzar a otro sitio donde los dejó esperando unos cuantos minutos.

De una de las salas cercanas salieron dos extraños que vestían igual que ellos. Sus miradas parecían perdidas en otro lugar. Estaban pálidos y con un semblante oscuro. Finalmente, uno de los chicos habló.
"¿No creen que es algo extraño?" Nadie respondió a lo que el desconocido de cabello azúl mencionaba. Así que proseguió "Esto apenas comenzó ayer en la tarde, casi noche, ¿No es así? Pareciera que estaban muy bien preparados para todo esto... Es extraño, solo digo"

Lo que decía el hombre de ojos hermosos tenía algo de sentido. Namjoon volteó levemente a ver a Tn quien hizo un gesto con sus ojos para indicarle que pensaba lo mismo. Si era algo extraño, o solo estaban siendo un poco paranoicos.
Fueron entrando uno a uno a una pequeña enfermería dónde fueron revisados en caso de tener algún síntomas u otra cosa fuera de lo normal. Nada más había sucedido, por lo que se quedaron un poco más tranquilos.

Cuando estuvieron todos listos fueron trasladados a una carpa militar que tenía en su interior seis colchones individuales, un foco alimentado por generador y pequeños vasos de agua en una bandeja junto con pastillas. Cada uno se sentó en un colchón para quedarse observando entre todos. Nadie hablaba, nadie quería romper el hielo. Excepto por Namjoon.

"¿Creen que estamos a salvo aquí?" Preguntó. Yoongi miró a su hermano menor alzando sus hombros. Luego respondió.

"Algo me da mal sabor de boca. El cabello pitufo tiene un poco de razón" señaló con su pulgar al chico del frente.

"Mi nombre es Taehyung, pero gracias por el apodo y por darme la razón. Al menos ya no me siento loco yo solo." El otro desconocido rió levemente para afirmar también que algo no le cuadraba. Otra vez se quedaron en silencio todos. Esta vez Tn movió su colchón al lado de Namjoon y se quedó allí mirando sus pies procesando todo.

"Oye, Taehyung. ¿Me acompañas al baño?" el mencionado asintió. Se pusieron de pie para salir de allí sin antes agregar. "¿Alguien más quiere venir? Por cierto, mi nombre Hoseok" se presentó amablemente. Jungkook se levantó también y salieron los tres de la carpa que sería su nuevo hogar.

Caminaron al baño en dónde solo podían entrar de a dos. Así que el menor de ellos entró junto a Hoseok, dejando a Taehyung cuidando la puerta. Mientras estaba solo caminó unos cuantos pasos viendo si había alguna otra persona, y así era. Unos militares conversaban entre ellos de un tema que captó completamente su atención.

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Flashback

El avión de Namjoon acababa de despegar, el cielo despejado anunciaba un buen vuelo. Los nervios tenían su estómago revuelto, no podía ni siquiera mantener sus ojos abiertos debido a las pequeñas turbulencias. Lo único que pedía era que el avión se estabilizara en el aire para poder descansar y dormir durante el viaje.

Ya no había vuelta atrás, estaba en camino a su nueva vida, a su destino, lo que el más anheló por mucho tiempo. ¿Por qué sentía entonces que algo necesitaba? ¿Por qué sentía que algo estaba dejando atrás? Suspiró despertando de un corto sueño. Observó la hora en su celular, llevaba tres horas dentro del avión. Se levantó para ir al baño.

Al cerrar la puerta y terminar de hacer sus necesidades una turbulencia lo asustó haciendo que soltara su celular dejándolo caer dentro del retrete.
"Estás cosas siempre me ocurren a mi" habló indignado. Metió su mano adentro y trató de secar el aparato, pero como era evidente, el artefacto ya no respondía. Deseaba en ese momento que su celular fuese resistente al agua, tal vez en un futuro.

Por otro lado, en Corea del Sur para ser exactos, Tn se encontraba en su pasantía realizando unos bocetos de ilustración para un webcomic. Miró la hora en su celular, ya era muy tarde y ella seguía allí. Su estómago le dolía cada vez que respiraba por los nervios y la ansiedad. No tenía respuestas del mensaje que acaba de enviar. Podría ser porque aún seguía el chico arriba del avión o tal vez estaba cansado y ya se había dormido.

O tal vez simplemente, el chico había visto el mensaje y no correspondía a sus sentimientos.   Comenzaba a arrepentirse por haberle confesado su amor.

GÉNESIS [TERMINADA]Where stories live. Discover now