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━ twenty-two. the return of the express

CAPÍTULO VEINTIDÓS:
( el regreso del expreso )

A PESAR DE ENCONTRAR UNA FAMILIA dentro de los muros de la Madriguera (tanto realista como figuradamente), las noticias del mundo exterior siguen golpeando de forma diferente. La gente empieza a desaparecer, los accidentes extraños incluso los de las muertes empiezan a aparecer en el Diario del Profeta. Daniel entra y sale de vez en cuando de la casa de los Weasley con otro caso en la mano, sus ojos no revelan más que cansancio cada vez. Spencer se da cuenta de lo estresante que es tener que estar de guardia tanto para la Orden como para su trabajo real que desea que investigue lo ocurrido.

Los perfiladores de los magos tienen que actuar como los normales para encontrar cualquier tipo de pista sobre quién es el atacante a pesar de que saben que tienen que ser los que siguen a Voldemort. Los llama víctimas de oportunidad la mayoría de las veces mientras que otros son alarmantemente diferentes haciéndole ver que Voldemort realmente los quiere en primer lugar. Los muggles tienden a estar en la primera categoría, cualquier figura mágica está en la "hecha a propósito".

Spencer ya no sabe en qué pensar para distraer su mente. Al notar que Remus llega con un aspecto demacrado y sombrío, sólo se teme lo peor de las más noticias que se avecinan. En todo caso, el hombre, que sólo tiene unos treinta y tantos años, parece aún más viejo con su pelo gris y su ropa raída. La señora Weasley le da la tarta que le ha sobrado a la joven.

—Ha habido otro ataque de los dementores y han encontrado el cuerpo de Igor Karkaroff en una cabaña del norte. La Marca Tenebrosa ha sido colocada sobre él... bueno, francamente, me sorprende que haya permanecido vivo siquiera un año después de desertar de los mortífagos; el hermano de Sirius, Regulus, sólo consiguió unos días, que yo recuerde, —anuncia Remus con gravedad.

Spencer escucha atentamente mientras juguetea con el trozo de pastel. Un ceño fruncido se extiende por sus labios y al mismo tiempo levanta una ceja ante la revelación. Sirius y Regulus, ambos nombres tienen que ver con el cielo nocturno y su destino es la muerte a causa de la guerra. Siempre le gustó el nombre de Regulus.

—Sí, bueno, tal vez deberíamos hablar de algo diferente... —La señora Weasley intenta decir antes de ser cortada por su propio hijo.

—¿Has oído hablar de Florean Fortescue, Remus? —pregunta Bill, a quien Fleur le está sirviendo vino—. El hombre que dirigía...

—¿La heladería del callejón Diagon? —interrumpe Harry, con una clara cara de desagrado ante la noticia— Solía darme helados gratis... ¿qué le pasó?

—Lo arrastraron por lo que parece.

—¿Por qué? —pregunta Ron mientras la señora Weasley mira acaloradamente a su hijo mayor.

—Debe de haberles molestado, —responde Bill vagamente.

El señor Weasley se sienta en una silla y añade: —Hablando del Callejón Diagon, Ollivander también se ha ido.