EIDETIC MEMORY ━━ blaise zabini ✓

━ thirty-two. the raging storm

Capítulo treinta y dos:
( la tormenta furiosa )

—MORGANA, —SUSURRA SPENCER con miedo, sus ojos marrones se encuentran con los de la mortífaga vestida de oscuro que tiene delante. En su mayor parte, su hermana ha cambiado de traje. Ya no lleva la expresión inocente en la cara y en su lugar muestra sus verdaderos colores con un lápiz de labios de color burdeos oscuro y ropa totalmente negra similar a la de su tía. Por los gritos que escucha débilmente, Spencer sabe que Mordra también está allí. La pregunta es... ¿cómo han llegado? Morgana llegó por detrás de ella y no pueden aparecerse en Hogwarts. No se había hecho ninguna llave de puerto bajo la supervisión del Ministerio, así que cómo lo hicieron... Hice algo horrible... esas fueron las palabras que le dijo Theodore.

Él es la razón por la que están aquí.

La mayor de las Montague da unos pasos hacia delante, con la cabeza ladeada en actitud amenazante y la varita fuera. Una cruel sonrisa se dibuja en su rostro, revelando nada más que amargura y odio, todo por ella. Spencer aprieta su varita con más fuerza que teme que no funcione si se rompe. Traga profundamente, los ojos pasan por su hermana justo a tiempo para notar que más mortífagos atacan a los guardias de inmediato. En este momento, sólo están ellos de pie en los mismos pasillos y en el suelo, preparados para lo que sea que esté a punto de ocurrir.

—Sí tenía un plan, —admite Morgana, relamiéndose los labios como un depredador buscaría su comida—. Y no sólo para el Señor Oscuro... eso me llevó algún tiempo para averiguar y estimar cuándo sería el momento adecuado para que los dos chicos completaran su propia misión... sino uno para nosotros. En el que podría acercarme a ti y... ¡Stupefy!

—¡Protego! —Spencer levanta su propia varita y se defiende, manteniéndola en alto mientras corre hacia afuera. En lugar de esprintar completamente, se vuelve hacia ella sabiendo que esto no ha terminado. Por lo que parece, Spencer sólo la enfurece más. Alguien está sedienta de sangre, piensa Spencer para sí misma— ¡Petrificus Totalus! —Lanza y grita internamente cuando Morgana se aparta del camino.

Morgana señala un banco al azar cerca de ella y grita: —Expulso.

Spencer es lanzada hacia atrás por la pequeña explosión y se apresura a levantarse del suelo. Morgana se ríe de lo que ha provocado y se pavonea hacia ella. Antes de decir nada más, la chica mayor levanta la vista y sonríe ampliamente. Spencer sigue su mirada y se congela al darse cuenta de por qué.

Justo delante de ella, un cuerpo cae a cientos de metros hasta que le sigue un fuerte golpe. Ignorando el hecho de que su hermana está detrás de ella, Spencer corre hacia el cuerpo antes de agacharse presa del pánico y el miedo: no puede ser. Excepto que un hombre alto y barbudo de color gris yace en el suelo con sangre rodeando la frágil piel que lo rodea. Albus Dumbledore, el mago más poderoso de la actualidad, ha muerto. Spencer siente que le tiemblan las manos mientras le aparta suavemente el cabello hacia un lado en señal de incredulidad. Morgana se limita a pavonearse junto al cuerpo y deja escapar una risa malvada.