𝕄𝕦𝕥𝕖 ♧ 𝕁𝕒𝕪𝕨𝕠𝕟 ♧

LXXVIII

Para sorpresa de Jay, Jungwon tomó su rostro, besando de forma brusca, colocándose lentamente cada vez más sobre él.

El mudo abrió sus labios, aún sin dejarlo ir, pidiendo que la lengua de Jay entrara, y así lo hizo, recorriendo la boca del otro, ahogando un jadeo con su baile.

Jungwon tuvo que separarse de la misma forma que había iniciado aquel beso, respirando agitado, con el corazón muy acelerado y el rostro muy rojo, sintiendo como sus pantalones comenzaban a apretarse.

Se dió cuenta que estaba prácticamente sentado sobre Jay, y que podía sentir lo mismo en el otro.

No sabía por qué lo había hecho.

Avergonzado, negó de forma agitada, intento retroceder, pero los brazos de Jay se enroscaron al rededor de su cintura.

—No paremos por favor— pidió, con ojos suplicantes—. Sigamos... Al menos hasta lo que puedas, Jungwonie.

Jungwon mordió su labio con nervios.

—Lo dejaremos cuando creas que sea demasiado, lo prometo— habló Jay con suavidad.

El chico lo miró con cierta inseguridad, pero asintió lentamente.

Sabia que tendría que hacerlo en algún momento, y que quizás era la hora de al menos intentarlo.

Sabía que Jay sería bueno con él, que podía confiar completamente, repetirse eso lo hizo perder un poco el miedo.

—Comencemos de a poco, juntos— dijo el rubio—. Yo te quitaré una prenda, y luego tú me quitas una a mí— Jungwon asintió—. ¿Quieres empezar?

Jungwon sintió su labio comenzar a doler de tanto morderlo, con manos temblorosas, se acercó a la remera de Jay, se complicó el mismo para intentar quitarla, así que el rubio terminó por hacerlo él.

Jay le dio una mirada de permiso antes de hacer lo mismo con la remera de Jungwon.

Para ese punto, Jungwon ya estaba como un tomate, sin poder dejar de mirar el dorso de su novio, pero sintiéndose inapropiado por hacerlo.

Luego de unos segundos, Jungwon acercó sus manitos a la cremallera de los jeans de Jay, quién también tuvo que ayudar para que pudiera bajarlos.

Sólo con boxers, Jay bajó con suavidad los pantalones del chico mudo, dejándolos a un lado.

Con ambos en ropa interior, Jungwon tenía la frente perlada en sudor por la vergüenza.

Jay acarició sus mejillas.

—¿Vas bien?— le preguntó, mirando a sus ojitos.

Jungwon respiró profundamente antes de asentir, y sonrió un poco, para alivio de Jay.

El mudo bajó la vista hacia la única prenda que le quedaba a Jay, sintiendo los nervios a flor de piel.

—Espera— lo frenó el rubio, haciendo que Jungwon lo mirara con sorpresa—. Antes de eso... Te despertaré un poco.