Dios

78 11 1
                                    

Orar por alguien es amarlo.

Una frase muy sonada en la industria romantica cristiana, pero no hay cosa mas real que esa, y lo cuento desde mi experiencia.

Era una persona que vivia con una oscuridad interna que nadie sabía manejar, ni siquiera yo misma, pero luego llega él... tan inocente y lleno de luz que de alguna forma me contagia, pero él sabía que no podría ayudarme solo, así que me invita a su hogar, lleno de personas que irradian solo optimismo y misericordia.

Me hizo creer de nuevo, y no solo creer como me enseñaron de pequeña. Sino sentir mi fé, tenía una conexion directa con Dios que jamás había sentido, así que empecé a pensar que Dios lo puso en mi camino para ser mi acompañante...Pero la luz no fue la protagonista toda la historia, aprendi que todos tenemos una oscuridad que si no sabemos reprender nos puede consumir, era lo que le pasaba a él... A mi lado la luz lo encadilaba, pero cuando dejaba que esa oscuridad lo cegara se convertía en otro, en sus ojos había mucha maldad.

Me causaba mucho dolor estar a su lado, pero lo perdonaba porque sentía que Dios me estaba poniendo pruebas de mi amor, me estaba diciendo "ayudalo" como cuando él te ayudó... Me costó mucho darme cuenta que eso no era lo que Dios quería decirme, no eran pruebas, eran señales de que debía alejarme porque estaba ahuyentando mi felicidad, ya él no era esa luz que me convenía, era oscuridad que me dañaba, porque dejó que los demonios lo gobernaran.

 Es dificil comprenderlo, pero yo que soy un ser lleno de bendiciones, lo que le provoco a personas como él gobernadas por el mal es envidia y miedo.

Hoy estoy sanada, mi corazon se siente en paz, y aunque amé como nadie podrá amarlo a ese hombre me di cuenta que no puedo estar con alguien que no camine con Dios a mi lado, porque lo único que buscará es destruirme.

Pensamientos ObsesivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora