Odiaba todo de ti, me di cuenta de eso después de mucho tiempo tolerándote por amarte.
Pero no te amaba realmente a ti, amaba lo que yo había creado de ti, me había enamorado de mi propio personaje.
Justificaba cada uno de tus comportamientos y te defendía de lo indefendible, dejé que me utilizaras y que dañaras mi amor propio.
Quise cambiar para poder quedarme a tu lado, cuando yo no tenía ningún problema, tú eras el del problema.
Eras toxico e inestable.
Unos días me tratabas como la mismísima mierda y otros como lo mejor que te ha pasado (fui lo mejor que te pasó) pero me equivoqué al pensar que podía cambiarte. Tienes una vida de mierda, rodeado de un millón de demonios, aun así, luché con cada uno de ellos y acabé destrozada.
Me jodías y luego volvías diciéndome lo que quería escuchar, que me amabas y que no volvería a suceder, follabamos y volvía a caer en tus redes. Sí, me conformaba con tan poco solo para tenerte a mi lado.
Pero decidí amarme más a mí y te dejé, ya no te veo, ya no te escribo y ya no te quiero. Los rumores dicen que tu sí, aun me escribes, pero te bloqueé, aun me ves, pero en las sombras, y aun me quieres... pero seguir hundiendo.
