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Judith

- Coño lentorra, mueve ese culo que llegamos tarde. - grité a mi mejor amiga Noah.

- Vale vale, tranquiliza esas hormonas, que ganas de que tengas ya pareja.

- Ni en tus sueños chica. - dije guiñándole un ojo.

- Por ciertooo, ¿Te acuerdas de mi hermana? - preguntó mientras que abría la puerta del aula.

- Claro, la que se fue a Australia por estudios porque consiguió una beca ¿Y qué?

- Bueno verás, ella ha vuelto y bueno, sé que necesitabas trabajo y tal y bueno...

- Sigue, soy toda oídos. - dije exasperada.

- Pues que... Te conseguí trabajo. Mi hermana tiene una amiga con una cafetería, y bueno mi hermana también trabaja parcialmente ahí.

- Pobreta. - dije recordando de que ella ya no formaba parte de su familia que de por sí era adinerada.

- Si bueno, esta tarde te acompaño al bar.

- ¿Y por qué tanto misterio?

- Bueno, pues porque ambas son lesbianas y tal vez no te gustara estar con dos lesbianas y eso. - dijo en un susurro.

- Idiota, yo no discrimino. Soy lo suficiente madura para entender que lo que ellas sienten es totalmente normal.

- .....

-  Señorita, ¿Hay algo más que deba saber?

- B-Bueno... Pues que em... Hay un chico que...

- Por dios Noah, habla ya. - dije aún más nerviosa.

- Esunamigomíoymepidióquetepresentara.

¿Escuché mal?, Mi mejor amiga me estaba poniendo en bandeja y encima de un chico que ni conozco.

La miré seria con ganas de matarla hasta que noté sus ojos cristalizarse.

- Ey, ¿Por qué lloras? - pregunté levantándole la mirada preocupada.

- Y-yo... No dejes de ser mi amiga, el chico es hijo de un amigo de mi padre y estaban presente en la conversación y yo no podía negarme. - dijo ya con lágrimas.

La cogí de la mano y fuimos al baño, cerré la puerta con seguro, la senté en el baño e hice que me mirara fijamente.

- Primero, no vuelvas a hacer eso sin avisarme antes, segundo esta tarde llévame a la cafetería, será conocerlo, conocer mi nuevo trabajo y ya y por último, jamás dejaré de ser tu amiga idiota.

La jalé hacia mi, le di un abrazo con ternura. Ella era un poco más baja que yo. El haber sido adinerada no le dio más que estrés y falsas amistades en su entorno.

Aún recuerdo como nos hicimos amigas, como podía dejarla sola, ni loca.

flashback

Hoy era el primer día de clases, me levanté y llegué más pronto que lo habitual.

A lo lejos vi un mercedes negro del cual salía una chica un poco más baja que yo.

Su mirada era distante y fría pero noté algo más... Tristeza.
Todos los alumnos le saludaron pero vamos, que cara más falsa ponían.

Hipócritas.

Decidí pasar el asunto y dar una vuelta por el instituto bastante famoso por los alumnos ricachones que iban.

Dulce deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora