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Judith

Desperté con una fragancia muy agradable. Exacto ese olor a café que tanto amaba.

Ella también se despertó y estaba dándome pequeñas caricias en el cabello.

Me junté más a ella y besé su cuello.  Aprendí que ese era uno de sus puntos sensibles.

- Buenos dias Alex. - Alex se sonrojó por lo que le hice y ocultó su rostro en mi pecho.

- Buenos dias cariño, ¿Cómo te encuentras? - alzó su mirada y sus ojitos me veían con preocupación.

- Bien tranquila. Hoy ya volvemos a clases... Me gustaria pedirte una cita.

- ¿Ci-cita?

- Claro. Te lo dije, yo también puedo ser tu Romeo. - iba a esforzarme, además ella me llamó cariño, me ha pillado desprevenida.

- Por supuesto, ¿Cuando?

- Ummm. - me acerqué a su oido y susurré. - el próximo viernes... Cariño.

Ella se estremeció entre mis brazos y yo besé su cabellera para levantarme y prepararme.

Desde que comenzamos a ir a las casas de ella o mía, teníamos siempre ropa en la casa por si acaso cosa que ha venido de perlas.

Hoy estaba animada pese lo de ayer. Mi madre me amaba, me ama y sé que me amará allá donde este así que debo ser fuerte y hacer eso que jamás pensé en hacer.... Psicólogo.

Me arreglé y entre un par de picos y risas Noah vino a recogerme.

- Hola cariño, ¿Cómo estás?

- Muy bien pequeña, habla con ella, la psicóloga por favor.

- ¿Segura? - preguntó dudosa.

- Claro tonta. - me levanté del asiento del coche y besé a mi amiga en la mejilla.

- Como mandes.

- Noah, ¿Puedo pedirte un favor?

- Claro preciosa.

- Pues... Le pedí una cita a Alex y quiero que me ayudes.

- Claro tonta, ¿Qué tienes pensado?

- Mira....

Alex

De nuevo la universidad. Estos dias fueron un sueño del que creí que nunca iba a despertar. Después de lo de Mia, vuelvo a ser yo otra vez.

- Alex, tu chica te está llamando.

- Ou, thanks tia.

- Hola Alex, ¿Terminaste ya no?

- Claro cariño, ¿Qué ocurre?

- Bueno verás... Me gustaría saber si este viernes lo tienes libre, por llevarte a un sitio, bueno en verdad tu porque yo no conduzco.

- Ummm, este viernes... Sí, lo tengo libre pero salgo tarde.

- Lo supuse tranquila no esta muy lejos.

- Te quiero, te dejo que tengo que ir a estudiar a la biblioteca y tu a trabajar pequeña demonio.

- Nos vemis cariño.

Cariño... Dios gracias por darme a este ser precioso.

La semana pasó lentamente y ahora por fin me encontraba esperando con una pequeña maleta a mi pequeñina.

Ella salió y su cara se iluminó al verme. Sonreí como tonta.

- Buenas tardes-noched Alex.

- Hola pequeña. - Besé su frente y ella sonrió y cerró sus ojos al contacto.

- Aquí tienes. Vamos a un sitio que siempre quise ir. - dijo pasándome la ubicación.

- Como usted diga señora.

Ella se mostró tranquila porque era tarde y sabía que estaba cansada. Simplemente la escuchaba cantar y a veces comentábamos pequeñas cosas.

Con ella hasta el silencio era cómodo. Una sensación que hace años que no sentía se apoderaba de mi.

Llegamos a un hotel-posada a lo antiguo. Era precioso y estaba rodeado de árboles magníficos.

Entramos con ayuda de la recepcionista que nos guió a una habitación al aire libre.

No hacía frío y eso se agradecía. No entendía exactamente el motivo de este lugar pero en cuanto se fue la recepcionista abracé a mi pequeña.

- ¿Te gusta?

- Me encanta. - Nuestros ojos se encontraron y ella se adelantó y me besó lentamente. Un beso sentimental. Estuvimos dándonos un par de caricias hasta que se alarmó por un aviso que tenía en su móvil.

- Vámonos, ya es hora.

Extrañada la seguí de la mano y llegamos a unas aguas termales al aire libre. Estaba impresionada sinceramente. Se había currado la cita y muy bien currada.

- Estos baños no tienen nada de especial comparado a otros, si te fijas en el precio tampoco cuesta un riñón, pero lo que si tiene de distinto es la sensación de tranquilidad y las vistas que tiene. Te veía estresada por tus exámenes y creo que el aire libre y las maravillosas vistas que te muestran este lugar te relajarán.

Me sorprendí y en ese mismo momento una luz blanca iluminó las aguas termales. Alcé mi vista y observé como la luna completa brillaba con gran intensidad. Observé a mi pequeña y ella sonreía.

Hermosa...

Así se veía y hoy me había sorprendido gratamente.

Ella cogió mi mano y nos adentramos en los baños.

Bueno he aquí un nuevo capítulo por los 20K hehe.

Me estoy esforzando en la otra novela, en "la princesa de la luna" y esta si dios quiere la continuaré a ratos si la inspiración me viene.

Gracias por los 20k y los 780 casi de esta historia. Sois sorprendentes🙏🤍

Dulce deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora