¿Eres...mi mellizo?

IV. Sin respuestas

El Sol se ve tan cálido y resplandeciente como siempre que entraba por las ventanas de la sala. Alumbraba todo el lugar y podía ver a mi mamá venir con un café entre sus manos y una sonrisa en sus labios.

Le devolví el gesto. Mi madre miró al niño que estaba detrás de ella, el tenía su cabello peinado de la misma forma que yo, pero lo tenía totalmente blanco y con las puntas en un color negro. Me miraba con seriedad pero con una pequeña sonrisa y entre sus brazos tenía al señor zorro.

¿Por qué lo tenía?

El niño se acerco y me lo entrego, el tomo de las mías un peluche de búho. Parecía muy familiar...

—Así ninguno de los dos se sentirá solo h-rma--

¿Solo?

Mama soltó una suave risa y se acerco a nosotros dejando en la mesa de la sala su café y nos abrazo a ambos con una sonrisa en su rostro.

—Mi pequeño Kotaro y S--nz-, ustedes son mi mayor tesoro.

Todo se sentía tan cálido, tan tranquilo, tan....perfecto.

Pero el sonido de un trueno cambio totalmente la escena a una dónde la luz del sol ya no estaba presente y la lluvia caía con fuerza.

Me da miedo, los rayos son demasiado aterradores.

Espera ¿Quién es el señor que está en la puerta? ¿Porqué se lleva al niño? ¿Porqué golpeo a mamá?

Gritaba el nombre del niño, pero no podía escucharlo, solo sentía mi garganta cansada de la fuerza que ejercía. Fui hasta donde estaba aquel señor, suplicándole que se quedará.

El me empujó con fuerza y caí de espalda al suelo, mire al frente y lo que ví solo me causo escalofríos, esos ojos amarillos tan brillantes me miraban con desprecio. ¿Por qué?

—Esto es culpa tuya. Tú no eres mi h-ij-. Tú nunca debiste nacer.

¿No debía? ¡¿Por qué?!

¿Qué era lo que había hecho?

—¡No te lo lleves! ¡Porfavor!

Intenté alcanzarlos antes de que se fueran, pude agarrar la mano del niño pero en cuanto lo sujete todo se volvió negro...

Desperté en medio de la cancha de Fukurodani, era mi actual yo y traía puesto mi uniforme. Pero nadie estaba ahí. Me sentía intranquilo, como si algo me estuviera observando.

¿Seguía soñando?

—¿Konoha?¿Washio?— nadie respondía— Komi ¿Dónde están?

—Se que están aquí....

Estaban de seguro jugandome una broma. Si, eso era.

—Muy bien, les salió la broma perfecta, pero ya salgan.

Esto me estaba poniendo de nervios, qué carajos estaba pasando...

—Yukie ya diles a todos que salgan, por favor....

—Bokuto-san...

Esa voz...¡ES AKAASHI!

Volteé hacia la puerta, estaba ahí parado Akaashi con su uniforme.... manchado...de ¿Sangre?

—¿Akaashi?

Intentaba ir con el pero mi cuerpo estaba inmóvil. Piernas inútiles, muévanse.