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Se dejó caer en el sillón mientras largaba un suspiro, siendo seguido por el pequeño perro que recostó su cabeza sobre una de sus piernas.

—Mierda, Holly, no vuelvas a salir así.

—Es instinto.— Afirmó el moreno que recién ingresaba a la sala con un vaso de agua en su mano izquierda.

—Ugh, casi muero.— Acarició dulcemente el suave pelaje de su mascota. —¿Estás seguro de que puedo quedarme en tu casa, Nam? ¿Holly no será una molestia?— El aludido agitó su mano en señal de negación.

—Para nada, hombre. Ni siquiera paso mucho tiempo ahí, es aburrido.— Ambos rieron y el más bajo le dió las llaves de su auto al chico.

—¿Puedes conducir? Siento que voy a desmayarme.— Se levantó cuidadosamente del sillón y fue a su habitación a traer las valijas.

—Claro, claro.— Tomó las llaves que le eran extendidas y siguió al pálido. —¿Por qué no desalojas este lugar y te mudas?—

—Oh, créeme que lo haré, no quiero pasar ni un segundo más en este lugar. Y tengo que buscar algún sitio lo más rápido posible o mis cosas van a desaparecer.— Se burló de su propia desgracia. —Gracias por dejar que me quede en tu casa, te debo una, viejo.—

—Para nada, ¿no somos amigos?— Ambos se sonrieron.

Luego de guardar solo lo necesario y tomar a su perro entre sus brazos, ambos se dirigieron hasta el auto del pálido.

[...]

No pasaron ni veinte minutos cuando Yoongi ya se encontraba dándose una ducha en casa de su mejor amigo. Namjoon, por el lado contrario, se encontraba ordenando la cena por teléfono, esa noche habían decidido comer sushi.

El pálido salió de la ducha ya con su ropa para dormir puesta y se dejó caer en las sillas de salón que tenía su amigo como muebles.

—En verdad no pasas nada de tu tiempo aquí, ¿no?— Cuestionó el más bajo cuando el moreno ya había colgado el teléfono y se encontraba camino a sentarse junto a él.

—No, realmente no sé que hago tanto afuera, pero no puedo quedarme aquí todo el día, me siento inquieto.— Rió. —Aunque talvez sea que no me gusta estar solo.— Suspiró mirando al techo.

—¿Ya te vas a poner sentimental?— Rió el pálido mientras revolvía los cabellos del más alto. —Creo que aún te afecta tu ruptura con Seokjin, ¿sabes?— Frunció levemente el ceño. —¿Talvez aún sientes algo por él?—

—Claro que no, hombre. Eso fue en preparatoria, éramos unos mocosos. Creo que realmente no significó nada para ninguno de nosotros.— Lo miró. —Éramos inexpertos e inseguros. Yo... solamente quería saber si en realidad me gustaban los hombres.—

—¿Y eso es todo?— El contrario asintió. —¿Y cómo te fue?— Cuestionó intrigado.

—Estás de curioso, eh, Min.— Rió.

—Bueno, realmente nunca me contaste eso.

—Bien... Como te dije estábamos en la misma preparatoria, el era un sunbae que llegó transferido. Rápidamente se esparció el rumor de que él era gay y no lo negó, sentí admiración cuando no se dejó bajonear por toda la mierda que le decían, y, bueno, confundí la admiración por otra cosa...

—Oh, hombre, eso debió de haber sido confuso.

—Y lo fue, créeme. Me confesé, y el me correspondió. Realmente yo solo estaba experimentando, pero sin darme cuenta él estaba comenzando a sentir cosas profundas. Fuí una mierda por experimentar con él, lo sé. Al final descubrí que realmente me gustan las chicas, lo de Seokjin fue simple admiración, como te dije antes.

Tú no eres mi Holly. •||• Yoonseok/Sope.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt