Tú no eres mi Holly. •||• Yoonseok/Sope.

☆20☆

Yoongi se despidió sonriente de su pequeño canino y por supuesto, de su mejor amigo. No esperaba que sus padres llegasen tan pronto, pues en la nevera no había casi nada.

Frotó sus ojos y guardó el móvil en su bolsillo, se sentía ligeramente cansado. Se levantó de la cama a una velocidad que no le provocara mareos y abrió la puerta.

-¿Tú...?- Cuestionó algo aturdido. -¿Qué quieres?-

-Yoongi, yo... Solo quiero hablar contigo.

-No creo que tengamos nada de qué hablar.

-Déjame excusarme, te lo imploro, tengo muy buenas razones para todo lo que pasó.

Por suerte para Geumjae, su hermano menor era una persona madura y racional, por eso no fue de total sorpresa que éste se haya hecho a un lado para dejarle pasar, aunque talvez solo sería para cumplirle un capricho, como la vez en que su hermano ganó dinero en un concurso en su escuela primaria y le dió la mitad para que no se sintiera molesto.

-Gracias...- Musitó, sabía que iba a ser algo difícil llegar al menor, pero definitivamente le debía una explicación, a él más que a nadie.

-Dime, no me hagas perder mucho tiempo.

El mayor sacó un diminuto aparato de su bolsillo y se lo extendió al contrario, quien le miró extrañado. -Necesito que lo coloques en el micrófono de tu móvil, solo por si acaso.-

-¿Qué mierda estás planeando, Geumjae?

-No es nada, lo juro, solo es por precaución, por favor ponlo.

El más bajo rodó los ojos y tomó con cuidado el aparato para colocarlo dónde le había sido indicado.

-Uh, ¿por dónde comienzo?- Suspiró el mayor. -Tienes que prometerme que lo que te diré no lo sabrá nadie, ni siquiera papá y mamá.-

-Ahora estoy dudando demasiado de si debería escucharte, ¿qué clase de cosa me dirás? ¿un secreto imperial acaso?- Ironizó.

-Solo prometelo...

-Está bien, solo si no es nada extraño.

-Aunque te vaya a sonar extraño... Debes de guardar silencio. Te contaré primero lo que sucedió después de que me fuí, verás...

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-Geumjae, ¡¿otra vez con lo mismo?! ¡Prometiste que ibas a parar todo esto!

Gritaba su madre entre lágrimas, reprendiendo a su hijo mayor al recibir otro reporte de la dirección debido al tráfico de drogas que se daba dentro de la escuela, últimamente se había estado juntando con malandros.

-¡No tienes derecho a decirme nada! ¡Todo esto es por su culpa! ¿¡No pueden ni agradecerme un poco!? ¡Gracias a mí Yoongi pudo estar feliz en su cumpleaños! ¡Su hijo favorito!

-¿¡Qué estás diciendo!? ¡Ya me preguntaba de dónde sacabas tanto dinero estos días! ¡Y utilizas ese sucio dinero para regalarle cosas a tu hermano menor, Geumjae!

-¡¿Y qué más querías que hiciera?! ¿Quedarme de brazos cruzados viendo como de a poco nos hundimos cada vez más en la miseria?

-No te dirijas a tu madre con ese tono.- Expresó por primera vez su padre.

-¡Tú ni siquiera deberías de meterte, dizque sales a trabajar pero con costo y logramos llegar al final de la semana! ¡Yoongi es un niño pequeño! Si sabían que no podían sustentar a sus hijos, ¡no deberían haberlos tenido!