Tú no eres mi Holly. •||• Yoonseok/Sope.

☆23☆

Cansancio... Era lo que estaba sintiendo Taehyung en ese momento, tratando de seguirle el paso a un animado Hoseok que daba saltos de allá para acá y correteaba felizmente al estar fuera, ni siquiera supo cuándo fue que aceptó traerlo consigo a la universidad. Pero por fortuna hoy solamente tenía una conferencia, así que la presencia del castaño no supondría ningún problema.

—¡Hoseok, vuelve aquí!

—¡Tae, este lugar es muy lindo! ¡Viviré aquí con el fantasma!

Logró alcanzarlo y lo tomó de la mano, comenzando a regular su respiración.

—Idiota... No corras así, puedes golpearte o golpear a alguien. Eres un mal chico.— Le apuntó con el ceño fruncido y relajó su rostro suspirando al ver el puchero y los ojos brillosos del chico mirando hacia abajo. —Prometeme que no vas a volver a correr así, ¿si? Podemos meternos en problemas.—

—Si, me portaré bien.— Rápidamente la mueca de cachorro regañado fue reemplazada por una enorme sonrisa, caminando esta vez delante de Taehyung, quién lo llevaba agarrado de la camisa por si las moscas.

Entraron a la universidad y se dirigió a la zona de clubes, llegando al de canto donde estaría Seokjin, quien no tardó en verlos y sonreír.

—Hey, hola, traes a Hoseok.

—Si... Hoy se ha pegado detrás mío.

—Humph, estar en casa es aburrido, ¿cuándo vuelve el fantasma?

—Tranquilo, volverá pronto. Vaya... Pareciera que Hoseok es un compañero de clase tuyo, Tae.— Mencionó el mayor entre risas.

—Si, ¿no? Es extraño.— Respondió de la misma forma mirando con una corta sonrisa al castaño, ciertamente no llevaban mucho tiempo conviviendo, pero ya se había adaptado a su presencia, y de alguna forma lo apreciaba, pero aún así temía.

—¿Quieren quedarse un rato al ensayo? Ya terminaré, luego podremos irnos.

—Si, claro, ya no tengo nada más que hacer.

Tomó de la mano a Hoseok y fueron a sentarse al fondo del salón del club, el castaño miraba con cierta emoción a los chicos ensayando, se preguntaba como lograban hacer esos sonidos y si él podía hacerlos, sobre todo cuando escuchó a Jin, nunca había escuchado algo tan bonito. Una rara entonación provenir del fondo llamó la atención de los presentes, haciendo a Taehyung hundirse en su asiento y tapándose el rostro debido a la vergüenza.

Al final terminaron por salir, pero el suceso reciente seguía causándole gracia a Seokjin.

—¿Quieres aprender a cantar, Hoseok?— Le preguntó al fin, secándose una lágrima imaginaria.

—¡Si, quie-

Y la frase quedó inconclusa, pues su mirada oscureció y se perdió entre aquellos hermosos movimientos de varias anatomías que iban marcando el ritmo con sus cuerpos, saltando, moviéndose de un lado a otro, y sobre todo, la emoción que se vislumbraba en sus rostros al hacerlo.

—¿Hobi? ¿Estás bien?— El rubio puso una mano en el hombro del chico.

Seokjin también se detuvo con preocupación y miró al interior del salón. Sonrió de forma tranquilizadora y revolvió los suaves cabellos castaños del chico. —¿Te gusta? Es el club de baile.—

—Baile...— Murmuró, cambiando la expresión sombría por una de alerta al notar a Taehyung tensarse al ver a un desconocido acercarse.

—¡Hyungs! Y... ¿Hyung?— El azabache ladeó la cabeza al cuestionar lo último, pues nunca había visto a aquel castaño en el típico grupito élite de la universidad, y definitivamente no lo habría olvidado, pues su resplandeciente y sedoso cabello llamaba para ser acariciado.