𝐗𝐗𝐈: 𝐏𝐨𝐫 𝐥𝐨𝐬 𝐛𝐮𝐞𝐧𝐨𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨𝐬

3.6K 269 314
                                    

1954.

—¿Quieres un poco de té, Señora Topaz?

La nombrada río al oír el tono formal que usaba su pequeño hijo para referirse a ella, y luego de asentir con una sonrisa, Thomas Topaz simula servir té desde su tetera de plástico a una pequeña taza rosada.

El día era una obra de arte. No hacia frío, ni calor. Había un sol precioso, y ambos habían decidido poner un mantel sobre el césped del patio trasero y jugar a que se reunían a tomar el té. La cuñada de la Señora Topaz estaba ahí también, pero un poco mas lejos, observando cuidadosamente a la niña de cinco años que no paraba de correr en círculos y reír a carcajadas.

—Toni, cariño. —Su tía comenzó, queriendo que ésta se detuviera un poco, Y estaba a punto de advertirle que se quedara fuera a la vista de las mayores, pero la niña se dirigió entre respiraciones agitadas hacia la casa.

Ana se puso de pie de inmediato y observo a su hija por el quejido que esta dejo salir. —Vuelvo rápido, cariño. Solo traeré a tu hermana, mientras hazme otra taza de té, por favor. —Fingió beberse todo lo de la taza y chillar por lo caliente que estaba. Tommy de echo a reír antes de quitarle la pequeña taza a su madre y comenzar a preparar más te para ella y sus osos, los cuales le hacían compañía.

Cuando Ana entró a la casa, se encontró con Toni corriendo en círculos alrededor del sofá, viendo detrás suyo de vez en cuando y chillando de emoción para luego estallar en carcajadas.

—¡No me atrapas, no me atrapas! —Se burlaba de algo que no estaba ahí.

Ana suspiro. Su hija de cinco años era un terremoto.

Toni volvió la vista al frente y detuvo aquella carrera, observando algo frente suyo y chillando con más emoción antes de dirigirse a la dirección contraria, subiéndose al sofá y poniéndose en posición fetal a la par que ocultaba su rostro en sus pequeñitas manos.

Su tía, la cual estaba entrando a la casa, río al ver a su sobrina de aquella manera y se le acercó. —Que le sucedía a la bebé? Corre muy rápido.

—Toni, cielo. No corras así, por favor. —Se acercó a su hija y la tomo en brazos con cuidado. Ésta se ocultaba en el hombro de su madre. —Te puedes caer y... ¿De quien te escondes, niña traviesa? —Su bebé soltó una risitia antes de observar a su madre con una dulce sonrisa y visibles ruborizadas mejillas.

—De su amiga imaginaria. —Dijo su cuñada sentándose en el sofá. Ana deja un beso en el rostro de su pequeña antes de soltarla, y Toni parece buscar algo con la mirada antes de que sus ojos se iluminen y comience a, nuevamente correr. —Es tan alegre que se contagia.

—¡Mami! —Su hijo llamaba desde el patio, ya harto de esperar tanto tiempo.

—Estoy en camino, Tommy. —Observó a su niña. —Toni. Bebé, ¿Me prestas atención? —Toni la observó tan solo unos segundos antes de seguir corriendo y chillando. Ana suspira.

—Ve con Tommy. —Dijo su cuñada, tomando de diario que se encontraba sobre el sofá y acomodándose en este para comenzar a leerlo. —Yo me encargo.

—No te sientas obligada a quedarte aquí. Toni puede venir al patio, ¿Verdad, Toni? —La niña ni siquiera la oyó, ahora se escondía detrás del sofá, concentrada en no hacer ni un ruido.

—No me siento obligada, Ana. Me gusta verla jugar. —Dice, y observa de reojo el diario, cambiando de página al no ver nada interesante.

—Avísame si necesitas algo. —Nuevamente su hijo llama, y se dirige hacia el patio. —¡Aquí estoy, amor!

Su cuñada suspira antes de volver a ver a Toni cuando ésta ríe y rodea el sofá, tirándose al suelo y tomando la pierna de su tía, cerrando sus ojitos con fuerza. —¡No me atrapas, moun... monstrou de las cosquillas!

𝐷𝐴𝑁𝐶𝐼𝑁𝐺 𝑊𝐼𝑇𝐻 𝑇𝐻𝐸 𝐷𝐸𝑉𝐼𝐿 || ChoniDove le storie prendono vita. Scoprilo ora