𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚

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Nos complace invitarlos al pequeño ensayo que presentara cada alumno de 1er y 3er curso por el festejo del Día de la Madre.

Día: Viernes 10, Horario: 11 am.

¡Los esperamos!

La mismísima Muerte, también llamada Antoinette Topaz, alzo su vista, curiosa de ver la mirada de su esposa, la cual era la mismísima diabla.

Ésta luce neutra como de costumbre, sin mucho que expresar ante lo que había oído anteriormente salir de la boca de su niña favorito.

—¿Que es lo que intentas explicar?

—Cher.... —Se quejo Toni, cerrando el pequeño cuaderno del instituto al cual su hijo mayor asistía y dejándolo en la mesa de noche de la habitación de ambos seres sobrenaturales.

—Tenemos que ir.

—Ni hablar.

La diabla se rehusaba, realmente lo hacia. ¡No había nada de especial en aquel día! Era un día como otro, pero el instituto lo volvía especial y provocaba que los niños que asistían a este se sintieran mal debido a al ausencia de "algo importante". Incluso le parecía ofensivo de parte de los mundanos conmemorar tal cosa.

Sumando todo aquello, Cheryl no creía poder aguantar tanto la estupidez humana. No creía que todos fuesen así, pero los pocos que se habían presentado en su vida- excepto Toni- tenían pensamientos realmente asquerosos, y se creían más que los demás. No quería estar tan cerca, y se iba a encargar de criar a sus hijos de la manera correcta, incluso si apenas sabia hacerlo.

Sin embargo, tuvo que soportar la cara de indignación proviniendo de su esposa cuando finalizo de confirmar su ausencia al evento.

—No puedo creer que estés siendo así. —Hizo berrinche, como habitualmente hacia desde que tenia dieciséis años, aunque antes solía estar más callada y sumisa. A Cheryl le gustaba el cambio que había tenido su niña, en todo el sentido de la palabra debido a que, bueno... lucia realmente guapa todo el maldito tiempo. —Anthony va a sentirse muy mal si no vamos. De seguro ha escrito un ensayo y todo. Jamas hemos asistido a un evento así. —Continuo, sentandose en la cama lentamente y apartandose un poco del caldio cuerpo de la diabla.

Ninguna dormia, por supuesto. Toni solia hacerlo un poco, aun no se le iba del todo, pero era debido al aburrimiento cuando Cheryl no estaba presente en las noches, aunque eran pocas. Tambien le sucedia a la tarde, cuando sus hijos dorminan siestas y el agotador trabajo como reina de las almas no la llamaba.

Estaba con su cabello despeinado, usando un pijama que se habia comprado para el invierno, incluso si no sentia las bajas temperatruas como solia suceder, cubierta con las mantas y con sus labios formando un trompita. Cheryl, en cambio, no tenia otra cosa que su ropa interior, la cual pocas veces usaba. Si fuese por ella, andaria desnuda hasta por la sala, pero Toni creyó que deberia de estar usando ropa interior ahora que los niños estaban y podian entrar en cualquier momento al cuarto de sus madres. Estás muchas veces olvidaban poner el pestillo.

—Toni, Anthony detesta hacer deberes. —Intento calmar a su esposa, llevando su mano repleta de anillos al brazo contrario y tirando suavemente para tenerla mas cerca. —Apuesto a que ni siquiera ha hecho un parrafo, principalmente porque aun le cuesta escribir sobre el guion.

—Eres cruel. —Ahora Toni lucia molesta, con su ceño fruncido levemente. Pocas veces eran las cuales Muerte no comprendia que, a pesar de ser la diabla, Cheryl no decia aquello con maldad. Aparto su brazo y volvio a acostarse, dandole la espalda a su esposa. —Vamos a dormir.

𝐷𝐴𝑁𝐶𝐼𝑁𝐺 𝑊𝐼𝑇𝐻 𝑇𝐻𝐸 𝐷𝐸𝑉𝐼𝐿 || ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora