Capitulo 9

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Mirador

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Mirador.

Nikolaj.

Cierro los ojos dejándome llevar por el placer del momento. Ella se me viene a la mente con sus ojos azules. Los labios carnosos que tiene y su forma de ser, tan segura de sí.

Se me endurece la polla con su recuerdo mientras muevo mi mano de arriba a abajo.

—Joder—suspiró mientras sigo con el movimiento. Ella es una jodida Adicción.

Exhalo al sentir como eyaculo sobre mi mano, estoy estresado por no follar cómo quiero. Me levanto a limpiar mi mano mientras que siento unos pasos atontados.

Pasa un rato largo donde se me va revisando papeles y con una frustración sexual gigante. Termino con mi trabajo mañanero.

Me acerco a la ventana. Aún corre lluvia no tan fuerte como la de ayer pero el clima está frío y lleno de barro.

Afuera, la tropa de Alexei Petrov trota en la cancha con Tanit al mando. Detiene el trote en el centro de la cancha. No escucho lo que dice pero logro entender lo que articula.

Me aparto molesto. Me cabrea observarla y odio eso.

Betty mi secretaria entra a mi oficina.

—Ya trasladaron a la persona que será el general en primer rango y desea verlo ¿lo hago pasar?

—Si—digo tajante.

Se larga a buscarlo.

—General—se mofa Michael White mi mejor amigo de toda la vida. Pasábamos la mayoría del tiempo juntos. Hasta que se no lo vi durante dos años y no lo volví a contactar desde ese entonces—He venido a salvarte de todo mal.

—No te hagas el chistoso—abro el computador—Los otros capitanes te pondrán al día con lujo y detalle lo que debes de hacer.

—Hiciste bien en llamar a tu mejor amigo.

—¿Aún somos mejores amigos?—pregunto.

—No por qué hayamos dejado de hablar signifique que dejaremos de serlo—se encoge de hombros.

Saco la información de la carpeta la cual contiene cosas de alto riesgo.

—Los Bianco será lo primero.

Una voz fuerte se escucha a través del cristal.

La tropa de Petrov sigue en el patio custodiada por Tanit. Están calentando y Tanit solo mira con fastidio la situación.

Se acerca a ellos para hacer el debido proceso y se quita la playera quedando en un top negro. Ellos la miran embobados.

—¿Quien es ella?—pregunta Michael al costado—Es muy hermosa.

Me aparto molesto.

—Es Tanit Bythesea la teniente coronel del comando—digo cortante.

Él silba y ríe.

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