Capitulo 21

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Problemas parte 2.

Tanit.

Maldita reunión—se queja Thomas a mi lado.

Vamos caminando a paso apresurado a la sala de juntas, hoy es un día decisivo para los demás pasos con el caso Bianco y Neumann, eso me ha carcomido la mente durante días.

—Los Bianco acabarán conmigo—suspiro cansada.

—Esto es una verdadera mierda—alega mi hermano frustrado, lo observo con detenimiento sé que está teniendo problemas con Eiza pero me decepciona que no me lo diga.

—¿Tú estás bien?

—Si—miente y lo delata como mueve sus manos.

—¿Qué está pasando con Eiza?—lanzo.

Se queda callado por largos minutos, no sé el tema en profundidad ya que Eiza tampoco lo quiere decir, le hemos preguntado con Sofía pero nada, sé qué mi hermano la ama, o eso creo.

—Peleamos mucho es todo—se limita a decir.

—¿Es por otra?—no responde cosa que tomó como un si—¿Te gusta otra?

—¡No!—hace una mueca—Y-o...No lo sé.

Nunca le había pasado eso y me siento mal por el ya que con Eiza llevan mucho, pero sé que una persona nueva te puede confundir.

—Si estás confundido termina con ella porque luego el golpe será duro para los dos—le trato de aconsejar.

—Yo.....

—¡Teniente coronel!—le interrumpe un sargento a lo que ambos miramos enojados—Disculpe la molestia pero me informaron que debe ir a buscar al general Morrison.

—Lárguese—se van sin rechistar.

Miro a mi hermano por última vez pero sé que no querrá hablar del tema.

—Te espero en la sala—mi hermano se marcha cabizbajo.

Suspirando me doy media vuelta para ir al lugar, me tomo mi tiempo en llegar la verdad no tengo ánimos de nada, desde ese día en la cena me he replanteado muchas cosas con él y la verdad ninguna llega a algo bueno.

Me percato que me estoy acercando y por inercia me arreglo un poco.

La secretaria no está por lo que entiendo que debo ir directamente, camino a paso nervioso la verdad tiene algo que me hace reaccionar ante la presencia.

Abro la puerta con cuidado y lo que veo me deja atónita.

El general está con las manos en la cintura de Sara mientras ambos se besan, no se ve como si la quisiera apartar al contrario, ella le tiene tomada ambas mejillas, no puedo moverme como tampoco puedo hablar.

El beso termina y el general mira hacía mi dirección, reaccionó de inmediato ante eso.

—Lo siento debí tocar—me disculpo mirando a otra dirección mientras trago grueso.

—Si tenías que hacerlo—Sara se cruza de brazos, Nikolaj no es capaz de decir nada.

—Lo venía a buscar para la reunión—la ignoro—Me voy permiso—cierro la puerta no soy capaz de mirarle la cara.

Camino más rápido de lo normal, lágrimas empañan mi vista pero me las trago, no tendría porque llorar no somos nada al fin y al cabo pero si me duele algo cuando lo vi.

Peligrosa Adicción Where stories live. Discover now