capítulo 11

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Me había terminado de poner el uniforme para el ejército en el momento que llegó el carruaje, al salir de las puertas de mi palacio ví como todos mis sirvientes estaban formados para despedirme, me acerque dónde estaba Martin junto con Sara y les dije:
-Ahora están a cargo de este lugar hasta que regrese, confío en ustedes.
Martin asintió igual que Sara por lo que me dirigí al carruaje junto a Sara, estábamos en el carruaje cuando ella me pregunta;
-Esta nerviosa princesa?
-La verdad no.
-En serio? Vera al emperador, dicen que el emperador es un hombre muy aterrador.
-Eso tendré que verlo.
Al llegar a las puertas del palacio real me quite mi velo y se lo di a Sara, unos guardias nos guiaron hasta las puertas del salón de audiencias y antes de entrar anunciaron mi llegada, abrieron las puertas y entre sola con la mirada más seria que tenía.
Camine defrente con la mirada en alto, al llegar frente al emperador y la emperatriz hice una reverencia para luego mirarlos a los ojos, ví como claramente los emperadores fruncieron el ceño al notar mis ojos.
-Saludo a sus majestades el emperador y la emperatriz, que los dioses siempre estén con ustedes y los bendigan.- dije haciendo una reverencia agachando mi cabeza para luego mirarles a los ojos.
-Es muy grato verte 1ra princesa, no te imaginas las ansias que teníamos por verte.
-Me halaga con esas palabras emperador.- dije con mucha cortesía ya que quiero que baje la guardia por ahora.
-Bueno ahora que dejamos de saludarnos quiero darte felicitaciones por aceptar ir a la guerra después de todos los rumores que han habido último es mejor para ti que te alejes un poco y como la guerra en el sur no está llendo muy bien la imagen de un miembro de la realeza llendo a la guerra haría que las personas se sientan más seguras.
-Oh ya veo con que esa era la razón, por un momento pensé que se quería deshacer de mi.
-Deshacer?! Cómo podría deshacerme de mi primogénita?
-Lamento mucho haber pensado así emperador, es que me parecía muy raro que me enviara a mi, su primogénita a la cual nunca a visto, a la guerra ya que después de todo yo no sé manejar una espada ni sé sobre temas de guerras a comparación del 2do príncipe.
Ví como las caras de los dos emperadores cambiaban de una confiada a una exaltada.
-Bueno eso es porque.....un miembro de la realeza siempre debe ir a la guerra y tú eres la mayor de mis hijos además el 2do príncipe es muy inexperto con el tema de la muerte y el campo de batalla en cambio tú qué has matado a muchos en tu palacio ya estás más acostumbrada no crees?- dijo el emperador con una sonrisa, supongo que piensa que el hacerme recordar que he asesinado personas desde pequeña me hará avergonzarme, sonreí segura para luego mirar a esos dos emperadores.
-Emperador espero que recuerde que si he matado es porque solo fue para defenderme- dije para mirar a la emperatriz haciendo que ella apretara los dientes- pero está bien emperador aunque sus intenciones para enviarme a la guerra fueran para deshacerse de mi aún así aceptaría ir ya que no pienso morir en el campo de batalla, volveré con una gran victoria se los puedo asegurar emperadores.
-Eso....me parece perfecto 1ra princesa.- podía ver cómo el emperador estaba nervioso y enojado pero no tenía miedo ya que después de todo ellos me necesitan en la guerra ya que aquí gracias a los rumores soy intocable- es momento de que partas hacia la guerra y como el camino es muy largo será mejor que vayas ahora.
-Por supuesto su majestad, entonces me retiro.
Hice una pequeña reverencia para luego salir del salón de audiencias, ví como Sara estaba esperando frente a la puerta y al verme se acercó a mi.
-Como le fue princesa?
-Bien- mire a los guardias y dije- no tienen que mostrarme la salida se por donde vine.
Ellos asintieron y se quedaron haciendo guardia de la sala, camine junto con Sara hasta que ella dijo:
-Princesa aunque ya acepto ir a la guerra yo.....
-Sara yo tampoco quiero ir pero soy la 1ra princesa y es mi deber como parte de la familia real ir a la guerra o al menos eso es lo que dijo el emperador y no tengo intenciones de desobedecer esa orden.
-Veo que no cambiará de opinión aunque insista.
-Asi es y dame mi velo.
-Su velo? Pensé que no le importaba que las personas vean sus ojos.
-Y no me importa es solo que me fastidian los rumores, la última vez que no me puse el velo se empezó a esparcir el rumor de que mis ojos subcionan la sangre de la persona que está en mi enfrente.- dije mientras me ponía mi velo.
-Es verdad ese tipo de rumores existen aunque ninguno es verdad.
Estaba por volver a caminar cuando siento una mirada, volteo en esa dirección pero no había nadie.
-Princesa pasa algo?
-No....es solo que....no es nada sigamos caminando.
Seguimos caminando hasta llegar al frente del palacio donde estaba un carruaje y un caballo, un hombre se acercó a mi para decirme:
-Saludo a la 1ra princesa, usted tendrá que ir conmigo al campamento en caballo ya que ir en carruaje tomaría más tiempo, sus cosas ya están siendo enviadas así que no se debe preocupar.
-Esta bien entonces déjeme despedirme de mi sirvienta antes de partir.
El hombre hizo un pequeña reverencia y se fue.
-Princesa cuidese mucho, nosotros estaremos esperando su regreso.
-Lo se.- le di un abrazo a Sara para darle a escondidas una carta.- esto contiene lo que harán de ahora en adelante durante mi ausencia.- le dije al oido y ella asintió.
-La extrañaremos mucho princesa.
-Y yo a ustedes.
Me separé y camine hasta donde estaba el caballo con el cual me iría, Sara camino hasta el carruaje y se fue.
-Ya está todo preparado es hora de irnos 1ra princesa.
-Si entonces vámonos.
-Le ayudo a subirse?- dijo el hombre pero desde lejos se veía incómodo.
-No gracias puedo sola.
Me subí al caballo como una experta para luego mirar al hombre.
-Mientras más rápido nos vamos más rápido llegaremos no?
-Asi es.
El hombre se subió a su caballo y empezó a cabalgar, yo lo seguí con toda normalidad ya que para mí motar a caballo era un hobby que tenía como Hellen, el camino será muy largo para llegar al sur pero una vez que llegue todo mi plan empezará a comenzar.

Reencarne en un mundo de mierda así que seré la EmperatrizWo Geschichten leben. Entdecke jetzt