Capítulo 12: "La mujer taoísta"

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Esa misma tarde, Todoroki los esperaba junto con el profesor Aizawa y una mujer vestida con un traje tradicional afuera del dormitorio en el que se estaban quedando. La mujer portaba una sonrisa calmada, y su aura emitía una tranquilidad inmensa, como si aunque el cielo se cayera, ella seguiría caminando tranquila.

El profesor Aizawa miró a sus tres alumnos con duda, ya que Todoroki le había informado que la mujer era una tía lejana suya, e iba a tejerles algunos suéteres a Bakugō y Midoriya, por lo que necesitaba visitarlos y tomar sus medidas. El deber de Aizawa, como profesor, simplemente se trataba de pedir el permiso y brindar la respuesta a esta petición.

Sin embargo, estos tres chicos eran básicamente la razón de sus canas verdes, así que se detuvo unos momentos más a analizarlos. Finalmente, decidió no hacerse la vida difícil y sólo los escoltó hacia la entrada de su dormitorio.

La mujer saludó al profesor, inclinando de su cabeza en señal de respeto. El hombre le regresó el gesto y siguió su camino de regreso a los demás dormitorios. Cuando el profesor se encontraba a bastante distancia de ellos, Midoriya abrió la puerta de la casa.

La mujer entró de manera tranquila, analizando cada uno de los espejos que se encontraban cerca del recibidor. Finalmente, sonrió. De su bolso sacó un gran número de palillos de incienso, y con un solo ademán, los encendió todos. El olor que estos desprendían era bastante fuerte, sin embargo, la mujer no parecía estar afectada por esto.

— Una fantasma amigable —finalmente habló la mujer—. Sólo lo he visto pasar unas cuantas veces. Debería de ser bastante fácil de llamarla.

Midoriya y Bakugō intercambiaron miradas. Todoroki mantenía su rostro de indiferencia, por lo que ninguno de los otros dos chicos sabía si era una buena señal lo que decía la mujer.

— Su nombre es Yagami ______.

La mujer asintió, haciendo una reverencia ante los palillos de incienso. Prosiguió a recitar algo muy complicado que ninguno de los otros dos chicos pudo entender, y de un momento a otro, ____ se encontraba frente a ellos.

Sin embargo, su apariencia no era como la última vez que la vieron con esa ilusión. Ahora se veía mucho más sólida, y si no supieran que estaba muerta, podrían haber creído que la chica estaba realmente frente suyo.

____ los miró confundida y se tocó a sí misma, sorprendiéndose cuando se dio cuenta que estaba en su forma corporal.

— Yagami ____ —la mujer mantenía su mirada fija en la fantasma—. Quisiera que me mostraras tu forma real.

La fantasma suspiró y les hizo una seña a los chicos, indicándoles que se dieran la vuelta. Sorprendentemente, Todoroki también se dio la vuelta— Señora taoísta, espero que esto no sea tan grotesco como creo que es.

Después de unos minutos, la mujer habló de nuevo. Su voz no había cambiado, y aún hablaba de manera tranquila— Ya veo... ¿Y dices no recordar nada de tu muerte o tu vida? Ya puedes regresar a tu forma preferida.

— No, señora taoísta —habló ____—. No recuerdo nada de mi muerte o de mi vida, a veces recuerdo cosas específicas, pero nunca algo concreto.

La mujer asintió— Espero que sepas que eso no es normal. Todos los fantasmas recuerdan su muerte, y algunos están malditos a revivirla todas las noches. Dime, Yagami-chan, ¿recuerdas haber sentido la sensación de que no te encontrabas en el lugar indicado? Este sentimiento tuvo que haberse manifestado el primer día que despertaste.

___ negó— No que yo recuerde, cuando me levanté pensé que estaba viva. Me tardó un buen momento darme cuenta de que estaba muerta, en realidad.

La mujer frunció el ceño. Ambas intercambiaron miradas, hasta que finalmente la mujer suspiró. Ante los ojos de todos los presentes en la sala, dejó en el suelo un gran puñal de varillas de incienso.

— Hay algo bastante extraño en tu alma —explicó la mujer mientras que escribía en un talismán algunos trazos—. Cómo si estuviera estancada, y en tu forma real tienes un collar de jade.

Bakugō se desesperó— ¿Y qué demonios tiene de importante que ella tuviera un collar de jade cuando murió?

— Yagami-chan, ¿Sabes en dónde está ese collar ahora?

La fantasma negó— No vi el collar en mí misma cuando me levanté por primera vez.

— Probablemente porque tu mente no recordaba haberlo portado —sus manos se movían rápidamente sobre el papel—. El jade en el mundo espiritual tiene algunas propiedades curativas, pero también se dice que son un circuito de energía. Tú ahora eres un cuerpo de energía, ¿entiendes a lo que voy? Además, ¿quién te quitó el collar? Quien lo tenga debe de tener una parte de tu alma.

____ miró a Midoriya y a Bakugō con una mirada que gritaba que estaba impactada. Si lo que la mujer decía era cierto, quien tuviera su collar, la había asesinado. Todoroki los observó interactuar y suspiró, algo aburrido con lo que estaba pasando. Él estaba seguro de que la fantasma había encontrado una manera de mentir, y sin embargo, aquí estaba la prueba de que no era verdad.

— Esperen, ¿una parte de mi alma?

La mujer asintió— Probablemente es por eso por lo que no has ascendido. No estás completa, por lo que tu alma se niega a irse a los cielos.

Midoriya habló— Entonces, si logramos encontrar el collar de jade...

— Podrán ayudarla a reencarnar, sí —finalmente, sus manos se detuvieron—. Por ahora, lo que deben de hacer es alimentar su espíritu con incienso, a menos que quieran que ella desaparezca.

— ¡¿Desaparecer?! —____ la miró impactada—, pero por mucho tiempo yo no me he alimentado de nada....

— Y es por este motivo por el cual tu alma estaba muy débil —la mujer hizo contacto visual con los habitantes de la casa—. Deben de darle incienso cada día, y una gran cantidad. Ella no tiene rencores guardados, por lo que es más fácil que su alma se destruya. Con el estado en el que se encuentra su alma ahora, la tierra podría tragar su energía.

Después de dar algunas indicaciones más, la mujer y Todoroki salieron de la casa. El último les recalcó que ese mismo fin de semana tendrían que hablar acerca de lo que iban a hacer para lidiar con el alma de la fantasma. Midoriya asintió mientras que Bakugō simplemente le recalcó que nadie le decía que hacer. Después de haber despedido a los invitados, los chicos regresaron a la casa, y para su sorpresa, vieron la espalda delgada de _____, sentada en una de las mesas del comedor.

Incluso se movía como si estuviera respirando, por lo que por un momento, ambos se preguntaron si realmente la chica estaba muerta. El olor pesado del incienso les hizo salir de su fantasía.

Al escucharlos entrar al comedor, ____ volteó a sonreírles. Y de esa manera, ambos chicos sintieron como si algo extraño estaba sucediendo en sus interiores. 

ɢʜᴏsᴛ sᴛᴏʀʏ [Bakudeku y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora