Capítulo 19: "Halloween Pt. 2"

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Sorprendentemente, las siguientes dos semanas pasaron rápidamente para todos los habitantes de la casa. Midoriya y Bakugō se aseguraron de confirmar la asistencia de _____, además de aceptar prestar el dormitorio para la fiesta.

Midoriya explicó, intentando no tartamudear, que Bakugō, él y ____ irían en un disfraz de grupo. Los amigos de Bakugō se decepcionaron, ya que ellos tenían planeado seguir la tradición de ir disfrazados del mismo tema.

Al pasar de los días, Midoriya comenzó a notar un comportamiento extraño en Bakugō. El rubio parecía intentar tener más paciencia con él, y limitaba los insultos a cosas inofensivas. Bakugō también comenzaba a actuar más calmado cuando podía.

Durante las horas de clase, el profesor Aizawa los había felicitado, si es que así se le podía decir, y había mencionado que claramente tomó la decisión correcta al aislarlos y obligarlos a convivir solos.

Pero eso no era lo único que había notado.

En las tardes en las que Midoriya decidía hacer su tarea en el comedor, Bakugō silenciosamente bajaba de su habitación para sentarse con él. Usualmente ____ se encontraba al lado de Midoriya, observándolo hacer su tarea y remarcando algunos errores matemáticos que encontraba, por lo que cuando Bakugō se les unía, la tarde se volvía mucho más animada con los comentarios de los tres.

La primera vez que Midoriya notó que Bakugō solamente bajaba a hacer su tarea al comedor si es que él estaba ahí, pasó media hora intentando no sonreír.

Recientemente, cada vez que Midoriya levantaba la cabeza y miraba a Bakugō, se topaba con la mirada del rubio sobre él. Esto había sido un problema algunas veces, sobre todo cuando pasaba a mitad del entrenamiento durante clases.

Midoriya siempre supo que sus sentimientos hacia su amigo de la infancia no eran exactamente platónicos, pero nunca se imaginó que estos tomaran otro tipo de naturaleza. Midoriya no era un chico tonto, o por lo menos no emocionalmente, y cuando se dio cuenta de que sus ojos seguían al rubio más de lo usual, se escondió en su habitación toda una tarde intentando descifrar exactamente qué sentía.

No fue hasta dos días después, mientras los tres integrantes de la casa adornaban la casa, que Midoriya finalmente lo supo.

Midoriya había salido a recoger algunas cosas de la tienda de disfraces para complementar sus atuendos para la fiesta, y cuando abrió la puerta, se encontró con una escena que hizo su corazón latir fuertemente. Bakugō se encontraba molestando a _____, quien había tomado una forma sólida para ayudarlos a decorar. El rubio sostenía una de las decoraciones por encima de su cabeza, burlándose cuando la chica hacía de todo para hacer que la soltara.

— Psycho, me vas a hacer enojar —la chica había cruzado sus brazos, tomando una postura firme—. Ya dame esa decoración o la vas a tener que poner tú.

El rubio estaba sonriendo de manera depredadora— ¿Y si no quiero?

La fantasma infló sus cachetes y pateó en la rodilla al rubio, haciéndolo soltar la decoración por la sorpresa. _____ sonrió victoriosa, tomando la decoración y colgándola en su lugar. Sin embargo, lo que hizo que el corazón de Midoriya amenazara con explotar, fue que en un momento de distracción, el rubio alzó la mirada hacia la puerta y al verlo, mostró una sonrisa muy pequeña.

La fantasma dio la vuelta, y al ver que había regresado, sonrió gigantescamente— ¡Bienvenido a casa! ¿Cómo te fue? ¿Encontraste todo?

Midoriya no pudo hablar por unos segundos, siendo invadido por un sentimiento muy fuerte de anhelo. Sus ojos recorrían la escena, como si quisieran grabarla en su memoria. Su mente guardó todos los detalles, desde Kacchan sentado en el suelo con una expresión pacífica en su rostro, hasta ____, sonriéndole mientras le preguntaba de sus compras.

Después de ese día se dio cuenta de varias cosas. A Midoriya realmente le gustaba su amigo de la infancia, y eso le aterraba. El cambio en la relación de ambos había sido rápida, volátil y abrumadora. Izuku habría estado cómo si solamente hubieran dejado de ser rivales, o de recibir validación de Bakugō, pero en realidad recibió mucho más.

Por unos minutos después de darse cuenta de ese hecho, quiso hablarlo con sus amigos. Sin embargo, recordó que la mayoría de ellos ni siquiera soportaban a Bakugō, y se tomarían muy mal el que él estuviera enamorado del rubio.

Pero eso no era todo.

El Jueves previo a la fiesta de Halloween, llegó a otra conclusión mucho peor. _____ se encontraba probándose el atuendo de Burbuja al igual que Bakugō. El rubio se estaba cambiando en el baño, y ____ se cambió en la habitación de Midoriya. Izuku no se iba a probar el atuendo hasta que confirmara que el atuendo de los otros dos estuviera perfecto.

De pronto, se escucharon varias groserías provenientes del baño— Psycho, tu cabello es un caso perdido —la chica había terminado de arreglarse y salió de la habitación—. Mejor déjanos pintártelo con tinte temporal.

Al verla salir de su habitación, vestida con un top azul y pantalones pegados, el cerebro de Midoriya hizo cortocircuito. La chica le sonrió, acomodándose su peluca rubia. Izuku sintió calor en sus mejillas, y supo que probablemente estaba sonrojado.

— ¿Cómo me veo? —la fantasma le guiñó el ojo.

Midoriya tosió, acercándose a ella para analizar las costuras. Sus manos se mantuvieron respetuosamente alejadas del cuerpo de la chica, y simplemente se dedicó a buscar imperfecciones con sus ojos.

Aprovechando que no tenían contacto visual, Midoriya respondió— Hermosa —ante la inesperada honestidad que salió de su boca, Izuku tartamudeó—; T-te ves r-realmente bonita, _____.

____ rio, aceptando el cumplido— Gracias, Izu chan.

Su voz sonaba melodiosa, y su risa era cautivadora. Midoriya no sabía exactamente en qué momento había sucedido, pero no podía negar que se sentía atraído a la chica. Esa tarde simplemente ignoró sus sentimientos, pero al día siguiente finalmente se dio cuenta de lo que estaba pensando.

Había pasado un mes desde que conoció a la chica, y en algún momento, ella pasó a ser una parte importante de su vida. Habían dejado de investigar acerca de la muerte de la chica por ahora, e iban a esperar la información que Todoroki pudiera encontrar, y fue por esto por lo que Midoriya dejó de pensar en ella como una fantasma.

Claramente eso había sido un error.

No podía ser tan egoísta.

Si él llegara a enamorarse de ella, probablemente sería tan posesivo de ella como lo era de Bakugō. Sería imposible para él dejarla ir al más allá.

Midoriya se levantó de su cama, caminando lentamente hacia el baño. No podía creer que realmente se sintiera atraído por una fantasma, prácticamente ese amor estaba destinado a fallar.

Para cuando las clases empezaron, Midoriya apenas acababa de regresar de su mundo mental. Bakugō tomó su asiento enfrente de él, alzando una ceja cuando notó que el chico no apartaba la mirada de él.

— ¿Tengo algo en la cara, nerd?

Midoriya enrojeció— ¡No, Kacchan!

El rubio bufó, volteando hacia delante. Nuevamente, Midoriya sentía que sus mejillas estaban hirviendo, y dejó caer su cabeza entre sus brazos sobre la mesa.

Realmente estaba en grandes aprietos. 

ɢʜᴏsᴛ sᴛᴏʀʏ [Bakudeku y tú]Where stories live. Discover now