CAPITULO 8

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Me despierto con un terrible dolor de cabeza y los ojos hinchados por haber llorado gran parte de la noche.

Mi teléfono vibra, es un mensaje de Mía

Perdón!! Me quede dormida, pero en media hora estoy lista.

Mejor la llamo -¡No te enojes! Te juro que en media hora estoy lista.

-Yo también me dormí, no me siento bien ¿Podes cancelar el viaje?

-¡No Alma! Estas muy jugadas con el tiempo. ¿Te sentís muy mal? ¿Paso algo?

-Ricardo pasó

-Si él está metido lo mejor es que te despejes, no te quedes encerrada en tu cuarto. Venite, vamos al campo de los Almeida, te despejas un poco.

-La verdad es que no tengo ganas.

-No me hagas ir a buscarte, te va hacer bien. Pero enserio necesitamos ver el campo para empezar a armar todo y eso solo podes hacerlo vos

-Está bien, pero vamos y volvemos, evitemos paseos, caminatas, o lo que sea que Fernando haya planeado.

-Prometido –termino la llamada y me doy una ducha rápida. Me visto con unos jeans, camisa y botas altas. También me pongo los anteojos oscuros más grandes que tengo para cubrir mis ojos. Cuando salgo de mi cuarto todo está en silencio, La familia del horror aún no se despertó. Bajo hasta el garaje para poder tomar mi auto. Me llega un mensaje de Fernando, es una foto de el comprando medialunas y preparando mate y un termo para el camino.

Al ver mi cara Mía se da cuenta que estuve llorando -Decime que hizo

-Déjalo, no podemos hacer nada

-Nada no, déjame a mí que yo lo pongo es su lugar.

-Ya está Mía, quiero olvidarme del día de ayer

-No nos movemos hasta que me digas que paso

-Pasó que por una vez quise devolvérsela, hacer que por una vez sea el, el que este angustiado y me salió mal.

-Contame desde el principio.

-Las mellizas hicieron una fiesta que se salió de control, los vecinos llamaron a la policía y ellas fueron detenidas, como mamá y Ricardo estaban en Uruguay lo único que hice por ellas fue avisarle a su abogado. Me pidieron que pague la fianza y me negué, la empresa tampoco les aprobó un adelanto. Así que decidieron vender los caballos que papa me había regalado. Ricardo le dijo a mamá que los vendió a un santuario o refugio pero en realidad los mando a un matadero. ¡Ese enfermo hijo de puta mato mis caballos! –Esta vez no me quedaban lágrimas que derramar pero si tenía a alguien que me abrazara.

-Pedimelo y lo hago pagar, ¡Por favor pedimelo!

-No te gastes, aprendí mi lección. Nunca le voy a ganar. Mejor arranquemos que Fernando nos está esperando

-Podemos cancelar o voy sola. Como vos quieras.

-Estoy bien, su hermana necesita que organicemos su boda y lo vamos hacer.

Maneje en absoluto silencio hasta la dirección que Fernando me había enviado. Su casa es un PH ubicado en el barrio de Villa Urquiza. Me estacione y le envió un mensaje

Estamos abajo

No responde, cuando levanto la vista lo veo parado en la puerta de su casa haciéndonos señas para que nos acerquemos –Creo que quiere que nos subamos

-Sí, él siempre quiere algo

-Hey, hey hey no empieces a levantar tu muralla, Fernando solo quiere que te diviertas un poco.

La nueva cenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora