Capitulo 14

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Los ojos de Fernando se abrieron, pero no había dudas. Él estaba dispuesto a hacer lo que le pida.

Una gran sonrisa se plasmó en su cara, tomo mi mano y prácticamente nos fuimos corriendo hacia la salida.

Mientras esperábamos a que trajeran su auto le mando un mensaje a Mía.

Alma: Se dónde están los caballos y quiero recuperarlos, ¿cuento con vos?

Mía: Claro que si, conta conmigo.

Alma: Están en un campo, estoy yendo con Fernando. Voy a necesitar que me prestes ropa

Mía: Oh el garoto también viene. ¡Esto va ser grande!

-¿Quiero saber la clase de crimen que vamos a cometer?

-¿Hay alguna posibilidad de que no me ayudes?

-Para nada, es la primera vez que te veo emocionada por algo y quiero saber que es. Pero solo por si acaso ¿Tengo que hablar con mi abogado?

-Si todo sale bien, no.

Nos entregan el auto y subimos.

-¿Hacia dónde vamos?

-Primero tenemos que buscar a Mía –mientras el maneja comienzo a ponerme en contacto con la gente que me puede ayudar.

-Me lo suponía.

-Bueno, no quiero ser un metido pero la curiosidad me está matando.

-Hace unos días, se robaron unos caballos. Me los regalo mi padre cuando era chica, me acabo de enterar de donde los tienen. Así que vamos a recuperarlos.

Fernando hace silencio, parece que estuviera pensando en algo.

-Vamos a necesitar una jaula para trasladarlos –dice mirando al frente.

-La acabo de conseguir.

-Y una camioneta más grande, mi auto no va poder cargar con ¿Cuántos caballos dijiste que son?

-No lo dije, son dos. Y también ya conseguí la camioneta.

-¿Estas segura de que me necesitas?

-Sí, necesito que los guardes. La persona que los robo puede volver a intentarlo así que necesito llevarlos a un lugar que no conozca. ¿Podemos guardarlos en tus establos?

-Claro que sí. Pero no entiendo, si sabes quién los robo ¿Por qué no hace la denuncia?

-Es complicado y eso es todo lo que te puedo decir. En la siguiente cuadra esta la casa de Mía, necesito subir a cambiarme, en quince minutos van a estar dejando una camioneta con la jaula transportadora.

-Perfecto, soy el chofer del equipo –su tono de voz fue algo irónico pero no puedo lidiar en este momento con eso.

Me bajo del auto y subo directamente al departamento de Mía.

Ella me espera con la puerta abierta vistiendo todo de negro –Creo que un total black es perfecto para la ocasión, incluso tengo pasamontañas –Me arroja uno y lo atrapo en el aire.

-No creo que los necesitemos, según las mellizas solo una persona los vigila. Y la verdad es que espero que Ricardo se entere de que fui yo quien los robo.

-¿Cómo que las mellizas te dijeron?

-Sí, las encontré en el baño drogándose, además de que estaban ebrias. Decidí grabarlas, las amenace con mostrarle el video a Ricardo.

-Carolina fue la primera en hablar, no quería que Ricardo la castigue, confeso que jamás los vendió a un matadero, está lucrando con ellos vendiendo su esperma a criaderos.

La nueva cenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora