𝗖𝗛𝗘𝗥𝗥𝗬 𝗟𝗜𝗣𝗦 - 𝗞𝗔𝗜𝗥𝗜 𝗖𝗢𝗦𝗘𝗡𝗧𝗜𝗡𝗢

| ⊱𝟎𝟏. 𝐠𝐫𝐞𝐚𝐭 𝐭𝐢𝐦𝐢𝐧𝐠⊰ |

|. . ° • . . 𝑪𝑯𝑬𝑹𝑹𝒀 𝑳𝑰𝑷𝑺 . . • ° . .|

╰►𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐎𝐧𝐞; 

.⃗ ༉‧₊˚✧ . ˚ rosalie;

creo que jamás me había reído como lo estaba haciendo en ese momento con Kairi. sus manos agarraban el timón delicadamente, mientras daba giros en la carretera. su calmante voz era como música para mis oídos mientras hablaba sobre la vez que casi se pelea con un niño porque había besado a su hermana. me sentía segura con él. a pesar de tantos años pasados entre nuestra amistad, lo quería como el primer día y quizás más. todavía me sonreía como la primera vez que nos vimos. cuando lo vi, me enamoré. y sonreí. y él sonrió porque sabía. 

su apariencia había cambiado  en los últimos años. ahora su cabello era su color natural con destellos morados. sus manos se habían hecho un tanto más grandes. sus anillos negros se deslizaban perfectamente en sus dedos delgados. su abdomen era más plano ahora. sin duda que lo era. este chico pasa más tiempo en el gimnasio que en su propia casa. y estando como está ahora, o como estaba antes, lo quería igual. aunque era un secreto que me guardaba a mí misma. sabía que había una excepción a todo esto.

—¿te cortaste el cabello, Rose?— Kairi preguntó, frunciendo su ceño, pero aún manteniendo su vista en la carretera.

yo miré mi cabello con una sonrisa burlona. para después entregársela a él. —creo que alguien ha tomado mucho hoy— yo reí, íbamos a casa después de venir de un restaurante. 

—me pareció ver que te lo habías cortado— él insistió, levantando su ceja derecha levemente hacia mí. 

—no, tonto. si lo hubiese hecho, te lo diría— yo respondí, ojeándolo desde mi vista periférica. 

—te quedaría bien— Kairi se encogió de hombros. 

nos quedamos en silencio un rato. los dos intensamente pensábamos en algo. y después decidí hablar. 

—gracias por esta noche, Kai—yo murmuré, jugueteando con mis manos nerviosamente. a pesar del paso de los años, él siempre me hacía sentir nerviosa.

—no es nada, Rosie. sabés que si pudiera te llevaría a otro lado más elegante y te compraría toda la comida que quisieras sin ver el precio— Kairi rio, mirándome por un segundo.

—eso no es necesario. me siento lo suficientemente agradecida que querás estar conmigo— yo dije, juntando mis labios. 

—Rosalie, te quiero preguntar algo— Kairi incitó, su tono era inquietante.

—¿qué pasó?— yo respondí, mi expresión preocupada.

hubo un silencio. y justo cuando él dio un suspiro para hablar, el sonido de un celular lo detuvo. mi mirada escaneó el nombre del contacto y sentí el nudo en mi garganta formarse. Kairi estacionó el auto en el estacionamiento del edificio y agarró su celular, entregándome una mirada de lástima. 

—hey, Lia— Kairi susurró, su mano apretando el celular fuertemente. —no puedo ir a verte ahora, es tarde y estoy cansado, lo siento— él se disculpó, apagando el auto. —sí, claro. podemos hacer videollamada. ok, está bien. a las diez te llamo. bye— Kairi dijo antes de colgar.

él me miro y sonrió suavemente. —ya llegamos, Rose— Kairi murmuró.

lo observé bajarse del auto y dar la vuelta en dirección a mi lado. y con eso, la abrió lentamente. yo sonreí, y agarré su mano cuando la tendió frente a mí. al estar de pie, la brisa de invierno chocó contra mi cara. Kairi cerró la puerta y caminó conmigo hacia la entrada.

—¿qué me querías decir?— yo pregunté, una vez que estábamos en el elevador.

—no es importante— Kairi negó con la cabeza lentamente, observándome a través del espejo en la pared. 

—¿estas seguro?— yo dudé, devolviéndole la mirada tan intensa.

—sí, rosie. no te preocupes— él sonrió, agachando su cabeza hacia el suelo de mármol.

el resto del camino fue silencioso. pero creo que nuestras miradas decían más que mil palabras. cuando el elevador se detuvo y sus puertas se abrieron, Kairi esperó a que yo saliera primero antes de seguirme. caminamos por el pasillo hasta llegar a nuestros apartamentos. al estar frente a la puerta, yo volteé a verlo. 

—gracias, de nuevo— susurré, dándome cuenta que le había agradecido aproximadamente unas tres veces ya. 

—no hay de que. me llamas si necesitas algo, ¿si?— él dijo, antes de caminar hacia su apartamento. 

yo repetí su acción y entré a mi casa. un suspiro salió de mi boca. lo había estado manteniendo dentro desde la interrupción de Lia hacia nuestra conversación. aunque ya me había acostumbrado a eso. a ella estando entre nosotros. ni siquiera existía un nosotros, pero en mi mente sí. en mi mente, podíamos ser felices y juntos. había posibilidad de ser lo que habíamos sido por cuatro años; mejores amigos. y aún antes de siquiera ser amigos, yo lo amaba. lo más frustrante es no poder tenerlo.