𝗖𝗛𝗘𝗥𝗥𝗬 𝗟𝗜𝗣𝗦 - 𝗞𝗔𝗜𝗥𝗜 𝗖𝗢𝗦𝗘𝗡𝗧𝗜𝗡𝗢

•| ⊱𝟎𝟐. 𝐡𝐨𝐬𝐩𝐢𝐭𝐚𝐥⊰ |•

|. . ° • . . 𝑪𝑯𝑬𝑹𝑹𝒀 𝑳𝑰𝑷𝑺 . . • ° . .|

╰►𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐓𝐰𝐨;

.⃗ ༉‧₊˚✧ . ˚ rosalie;

los días pasaban entre excusas de Kairi a no poder estar conmigo. ver su expresión o leer esos mensajes diciendo que no podía ya que estaba ocupado me dolía mucho. pero no me podía olvidar de la existencia de su novia. tenía que cuidar de su relación de todos modos. 

la suave luz amarilla proveniente de mi lámpara de noche iluminaba mi libreta. donde en detalle, explicaba mis pendientes. viejo hábito mío. mis ojos voltearon a ver el nombre del contacto al escuchar mi teléfono sonar. el nombre de Kairi me trajo una sonrisa al rostro y sin dudarlo contesté la llamada. 

—hey, Kai. ¿cómo estás?— yo pregunté, la sonrisa sin desvanecer.

—Rose, necesito que vengás al parque que queda cerca del edificio— su tono era extraño. y no pude evitar escuchar varios quejidos en medio de la oración que salió de su boca como el humo.

—¿qué pasó?— yo fruncí el ceño, mi sonrisa perdida por completo a este punto.

—me caí de la patineta y creo que me rompí el brazo— Kairi explicó, una risa mezclada con dolor se escuchó al final. 

—sos un estúpido, Cosentino— yo murmuré, cerrando mi libreta para después caminar a mi clóset para buscar un abrigo y zapatos. 

—no es el mejor momento para insultos. siento que alguien se está parando en mi brazo— Kairi protestó, tartamudeando entre palabras.

—ya voy para allá— yo avisé, intentando colocarme mi zapatilla—

—apúrate— fue lo último que escuché antes de colgar.

rápidamente salí del edificio. la brisa chocando contra mi cuerpo. metí mis manos en los bolsillos de mi abrigo preferido y caminé lo más rápido posible, inspeccionando las calles a ver si había algún chico tirado en el suelo con un brazo roto. mis pupilas se dilataron al ver exactamente a quién estaba buscando. yo suspiré y caminé más rápido hasta llegar a donde se encontraba. su cabeza se volteó a mi dirección y me entregó una sonrisa incómoda.

—que bueno que viniste, la gente piensa que soy un vagabundo pidiendo dinero— Kairi se quejó, intentando levantarse.

—¿dónde quedaron los 'hola'?— yo pregunté, alzando mi ceja burlonamente.

—me estoy muriendo. no tengo tiempo para los 'hola'— Kairi rodó los ojos. 

—pon tu brazo en mi hombro— yo ordené, agachándome junto a él en el frío pavimento.

Kairi hizo lo dicho y con esfuerzo lo levanté. él miró hacia abajo y me sonrió. yo bufé y miré hacia el otro lado. los dos caminamos en silencio. los únicos ruidos eran provocados por él, a veces dejando salir sonidos de dolor y suspiros. pero mi boca se mantuvo cerrada. las luces de los carros habitualmente pasando nos cegaban. 

—lo siento— Kairi finalmente habló, volteando su mirada hacia mí. consideré ignorar sus disculpas, pero mi orgullo no pudo ganar esta vez. —sé que a esta hora estás haciendo tu lista de pendientes— y mierda, como odiaba que me conociera tan bien. —tenías toda la razón del mundo al llamarme estúpido— Kairi finalizó con un suspiro.

yo dudé un poco antes de hablar. —yo me debería disculpar. insultarte cuando te rompiste el brazo no es lo mejor que he hecho. fue un día de la mierda y estoy estresada. pensé que escribir me distraería un poco pero seguía pensando en como no hemos hablado en cuatro días seguidos. por más ridículo que suene, hasta llegué a pensar que querías tirar nuestra amistad a la basura— yo me sinceré, con el corazón en la mano.

—Rose, hazme un favor y nunca vuelvas a pensar eso. sé que me llamaste estúpido, pero no lo soy tanto como para actuar como si no me importaras —Kairi negó con la cabeza. una sonrisa visible en sus labios —he tenido la intención de reforzar mi relación con Lia. por eso es que estos días he ido a su casa más. la he sacado al cine, o a cenar. siento que la estoy dejando atrás. y quiero arreglar eso. pero tampoco significa que me voy a alejar de mi mejor amiga— Kairi explicó, su sonrisa creció y era un de oreja a oreja.

—efectivamente, está roto. voy a necesitar que me acompañe porfavor— el doctor ordenó una vez que estábamos en el hospital y le había practicado un breve chequeo. Kairi me miro con ojos de pena y yo solo reí suavemente. me acerqué a él y rodee mis brazos al rededor de su cintura. 

—vas a estar bien— yo murmuré y lo observé sonreír. 

—gracias por esto, Rose— él dijo para después irse con el doctor a una habitación asumo que para un estudio más profundo. sentí una vibración en mi bolsillo, y rápidamente saqué mi celular. el contacto de Mattia me hizo abrir los ojos como platos.

—¿estás muerta? ¿bueno?— su voz dijo al momento en el que contesté.

—si, Polibio estoy muerta seis metros bajo tierra— yo respondí secamente.

—¿qué mierda te pasó?— él preguntó.

—estoy en el hospital— yo suspiré, sentándome en una de las sillas en la sala de espera.

—Robert, me debés diez pesos. ¿estás bien?— 

—es Kairi. se rompió el brazo— yo expliqué, observando como una señora entraba al hospital con una niña.

—predecible— fue lo único que murmuró. —vamos para allá— Mattia avisó.

—okay, los espero— yo dije antes de colgar.

estuve unos minutos más en mi celular hasta que escuché un ruido que me hizo exaltar. miré hacia en frente, encontrándome con la cara de la chica que enviaba con todas mis fuerzas. 

—¿dónde está mi novio?— Lia cuestionó, sus brazos cruzados sobre su pecho.

su malcriadeza hizo mi sangre hervir. la miré por unos segundos, frustración en mis ojos. ¿como Kairi no podría enamorarse de ella? su cabello rubio y lacio brillaba con al luz. sus ojos verdes se veían como un bosque en el que cualquiera se podría perder. sus brazos delgados hacían que su camisa le quedara perfectamente. y luego me miré a mí. no tenía nada de eso. ni lo tendría. aunque tratara con todas mis fuerzas, no me vería como ella. 

—¿estás sorda? te pregunté que dónde está Kairi— Lia repitió, su tono irritado y descortés.

—está en esa habitación— yo murmuré, señalando la puerta unos metros de mí.

sentí su mirada criticarme internamente mientras caminaba hacia donde yo apunté. tragando mis lágrimas, me levanté de la silla y me senté en la esquina más cercana al cuarto donde Kairi estaba. miré a mi al rededor pero todo parecía dar vueltas. las cosas no se sentían bien. y por ese breve minuto no recordé nada más, estaba en oscuridad completa.