•| ⊱𝟏𝟐. 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭⊰ |•

15 0 0
                                    

|

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

|. . ° • . . 𝑪𝑯𝑬𝑹𝑹𝒀 𝑳𝑰𝑷𝑺 . . • ° . .|

╰►𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐓𝐰𝐞𝐥𝐯𝐞;

⊹ ִֶָ໑ .*⸝ 。rosalie

Al despertar no podía sentir nada más que mi cabeza palpitando intensamente. Me exalté al no reconocer el cuarto donde me encontraba. Pero ese sentimiento pasó cuando miré a Jehad dormido en el suelo por alguna razón. Me senté en la cama y observé la luz de la luna brillar, dándome a entender que era de noche. Con esfuerzo, me levanté de la cama y rápidamente mis piernas se sintieron como gelatina, haciéndome caer al suelo. El golpe despertó abruptamente a mi hermano, quién fruncía el ceño. 

—¿Qué horas son?— Fue lo primero que salió de su boca. 

—¿Qué hago acá?— Yo pregunté, ignorándolo.

—Bueno, tocaste mi puerta pidiendo que te diera algunas de mis pastillas y...— Esa era más que suficiente información para que mi mente se llenara con recuerdos vagos de lo que había sucedido. No podía creer a los extremos a los que el mal de amor me había hecho llegar.

—Dios, qué estúpida soy— Yo dije, colocando mi mano en mi frente con frustración.

—No era lo que decías bajo el efecto— Jehad rió, levantándose del suelo.

—Idiota— Yo murmuré hacia su comentario.

No esperé otra palabra más de él antes de agarrar mis llaves y caminar a la puerta.

—Ojalá eso te haya ayudado— Jehad dijo, saliendo del cuarto.

Yo suspiré y abrí la puerta, desapareciendo de su vista. Observé mi auto afuera y pensé si manejar en estos momentos sería la mejor idea, pero lo hice de todos modos. Mierda, Kairi, solo Dios sabe lo que me has hecho.

Llegué al edificio en cuestión de minutos debido a la velocidad con la que había manejado. Me sorprendía que no me hubiesen detenido. Subí las escaleras sin ganas y llegué a mi apartamento. No volteé a ver la puerta de Kairi, no queriendo romper mi corazón más de lo que ya estaba. Al abrir la puerta, me encontré con Mattia, Alejandro y Robert sentados todos en el sofá. Los tres se levantaron al verme y corrieron hacia mí.

—¿Dónde estabas? Nos tenías preocupados, te llamé mil veces— Mattia suspiró, observándome con preocupación.

—Estuve en casa de Jehad— Yo respondí, queriendo nada más y nada menos que encerrarme en mi habitación y no salir.

—Avísanos la próxima vez, ¿si?— Alejandro habló, su tono me dio a entender que realmente le importaba. Y por más dulce que fuera, mis ganas de irme a mi habitación no desaparecían.

—Lo haré— Fue lo último que dije acompañado de una falsa sonrisa antes de irme a mi habitación. 

Me recosté en mi cama, observando el techo con curiosidad. Tenía que encontrar algo que me distrajera del constante pensamiento de Kairi. Y recientemente había descubierto que las drogas no funcionaban para eso. Joder, pensé en al menos veinte cosas que podía hacer pero ninguna me terminaba de convencer.

Seguí compitiendo con mi mente hasta que mis pensamientos se volvieron incoherentes y caí en un profundo sueño. 














Me costó abrir los ojos. Pero logré hacerlo luego de unos minutos. Y la voz de la persona de la que había estado huyendo hizo eco en la sala. Yo fruncí el ceño y me senté en mi cama. No pude siquiera pensar en algo más cuando sus pasos ya se estaban acercando hacia mi puerta. Todo fue tan rápido que no pude reaccionar.

Kairi estaba parado entre mi puerta, su expresión lo dijo todo. Y me di cuenta de lo mucho que lo extrañé estos días. Mandé al demonio todas las veces que dije que lo olvidaría. Me encontré amándolo más de lo que lo había hecho en estos cuatro años. 

—Rosalie— él suspiró. 

Parpadeé varias veces, esperando que fuese otro de mis sueños y mis fantasías, pero me sentí como una completa idiota al darme cuenta que realmente estaba parado frente a mí. 

—¿Qué haces aquí?— Yo cuestioné, no habíamos acabado en los mejores términos la última vez que nos vimos.

—Fui a casa de Jehad y me contó lo que le pediste— Kairi murmuró, acercándose a mí, cerrando la puerta con su brazo que no estaba enyesado.

No dije nada. La vergüenza se apoderó de mí. 

—¿Por qué?— él susurró.

—Porque soy una estúpida— Yo respondí, sintiendo las lágrimas acercándose a mis lagrimales.

—¿Solucionó algo?— Kairi cuestionó, su mirada emplastada en mí, pero yo no encontraba el valor de devolverlo.

—No, sigo pensando en esa persona— Yo admití.

—No entiendo porque dices 'persona' si ya sé de quién hablas—

—¿Por qué importa? Las cosas no cambiarían por nada— Yo dije.

—Solo te quiero decir que te quiero, Rose. Me has hecho tan feliz y hay tantas cosas que te quiero decir pero no puedo. Me da pena admitirlas—

—¿Un ejemplo...?— 

—No te puedo decir. Créeme, lo haría si pudiera pero no encuentro las palabras—

 —Arruiné todo, ¿no?— No era una pregunta, más bien un dato.

—Claro que no. Solo...las cosas son distintas— Kairi murmuró, colocando su mano en la mía.

Su sonrisa me provocó sensaciones extrañas. Pero no podía dejar de pensar en que este mismo chico del que estaba completamente y irrevocablemente enamorada le estaría poniendo un anillo en el dedo a su futura esposa en unos cuantos días.





𝗖𝗛𝗘𝗥𝗥𝗬 𝗟𝗜𝗣𝗦 - 𝗞𝗔𝗜𝗥𝗜 𝗖𝗢𝗦𝗘𝗡𝗧𝗜𝗡𝗢Where stories live. Discover now