La piscina.

94 16 7
                                    

Salí del agua. La presión que ejercía en mi cuerpo me dejaba sin respiración. Cada latido de mi corazón dolía. 

<<No, no puedes ser tú>>.

Recordé aquella vez donde sentí también mi corazón estrujarse. 

Fuimos a la piscina, era verano y por fin pudimos descansar un poco de tanto trabajo. Piers y los demás me convencieron de pasármela bien, así que acepté. 

Llegué junto con el resto. Varios traían ya puestos sus trajes de baño. 

—Voy a cambiarme —me comentó Piers–, ¿vienes? 

—Sí, vamos. 

Caminamos hasta los vestidores, mi corazón latía más fuerte. 

<<No digas nada estúpido>>.

Cada quien entró en un baño. Comencé a quitarme la playera y quitarme el short. Agarré el bañador y me lo coloqué. Ya me había puesto el bloqueador así que salí con todas mis cosas preparadas. Piers me esperaba afuera, quien me miró y sonrió. 

Sentí mis mejillas arder. No logré evitar ver su perfecto cuerpo, sus pectorales, sus brazos, piernas, trasero y su… entrepierna. 

Caminamos hasta llegar con los demás. La piel de Nivans brillaba con el sol. Todos comenzaron a meterse mientras yo, solo me senté y metí mis pies. 

—¿No te vas a meter completo, capitán? —Se acercó Piers. 

—Solo quiero sentir un poco el agua en mis pies. 

Nado hasta la orilla de la piscina, cruzó sus brazos y recargó su cabeza. Su mirada se encontró con la mía. 

—Desde aquí te ves como la primera vez que comencé a admirarte, también una luz te iluminaba por detrás. Parecías un héroe. 

Sonreí. Esperaba evitar que viera el sonrojo que comenzaba a tener. 

—No soy un héroe. 

—Para todas las personas que salvas lo eres. 

Abrí la boca para hablar pero fui interrumpido por Biji. 

—¿De que me he perdido? 

Debía admitir que era hermosa. Poseía una buena figura, un buen busto (muchos hombres se fijaban en ello). También tenía las caderas anchas, no demasiado, si no la mezcla perfecta, y como olvidar su cabello suelto semi ondulado que brillaba con la luz del sol, al igual que su tez morena. Todo ella era perfecta, aún más resaltando sus virtudes con ese traje azul que llevaba. 

—Nada, solo andamos aquí, relajandonos un poco. 

Merah entró a la alberca y jaló a Piers del brazo. 

—Vamos para allá —comentó Biji. 

Ambos se fueron adentrando más en la alberca. Platicaban y jugaban. 

Decidí meterme y unirme a ellos, pero cuando volví a verlos ambos estaban abrazados, desde mi distancia parecía que se besaban. 

Sentí una opresión, el agua me dejó sin respiración. Todo estaba tan frío. 

<<Mierda>>.

Fue inevitable que las lágrimas cayeran sobre mi rostro, así que me hundí para que mis lágrimas fueran confundidas por agua. 

Desde ese día mis ánimos decayeron. 

Volví a sumergirme, las lágrimas comenzaban a resbalar por mis mejillas. 

Me acerqué, estaba tan deformado y destrozado que no lograba saber si era Piers. 

Salí a la superficie. Mi corazón se estrujaba cada vez más, mi cuerpo temblaba, comenzaba a ver borroso. Exhale e inhale para controlar un poco mi cuerpo. 

<<Por favor no, por favor no>>.

Saqué mis goggles y volví a meterme, lo tomé con cuidado. Fue un gran alivio darme cuenta que la ropa no pertenecía a él, solo la bufanda. Se la quité con cuidado y volví a la superficie. 

<<Aún sigue por ahí, ahora estoy más seguro>>.

Más aliviado, guardé la bufanda entre mis cosas y seguí andando hasta encontrar una superficie seca donde subirme. 

Me costó subir por el peso del agua, pero lo conseguí. Me saqué todas las arma, de alguna forma sentía que oprimían mi pecho. Me quité incluso la playera mojada. Agarré mis piernas y las abracé, hundí mi rostro entre mis brazos solo para comenzar a llorar, aún mi cuerpo seguía temblando. 

<<Por favor, Piers, sigue vivo, tengo muchas cosas que decirte>>.

Estuve ahí quizá por unos dos minutos. Debía seguir avanzando, así que me coloque todo de nuevo, sequé mis lágrimas y seguí adelante. 

<<Te encontraré, sin importar dónde estés>>.

—¡Chris! —escuché a lo lejos. 

—¡Estoy aquí, estoy bien! —grité.

Mi comunicador se había mojado con el agua así que no podía comunicarme con ellos. 

Aferré la bufanda y seguí cruzando puertas, cada vez el agua aumentaba más. 

<<Sé que voy por el camino correcto, sé que estás aquí>>.

Empujé con fuerza una estructura un poco destruida hasta que se rompió y logré cruzar. 

Caí al suelo con estruendo, provocando a lo lejos mucha bulla y trasiego. 

<<¿Qué rayos es eso?>>.

I'll find you. Where stories live. Discover now