Otra oportunidad.

92 14 2
                                    

Abrí los ojos. Una luz intensa me cegó, tuve que parpadear varias veces para acostumbrarme. 

<<¿Dónde estoy?>>.

Tenía una aguja en mi brazo izquierdo, seguí el pequeño tubo con mis ojos hasta llegar al suero. 

<<¿Cuánto tiempo pasó?>>.

Me froté la cabeza para intentar recordar lo que había pasado. 

<<Piers, ¿Dónde está Piers? >>.

Una enfermera entró justo para evitar que me levantara. 

—Señor Redfield, no debe hacer movimientos bruscos, sus heridas apenas se están curando. 

—¿Dónde está Piers Nivans? 

—No tenemos a ningún paciente con ese nombre. 

—Iba conmigo. ¿Hay alguien de la BSAA que pueda ver? 

—Hay una mujer hermosa afuera esperando por usted. ¿Quiere que la haga pasar? 

—Por favor. 

La enfermera salió con una sonrisa en su rostro, supongo que en su cabeza ya se imaginó toda una historia para nosotros. 

Jill entró con un ramo de flores. Le sonreí cuando me las entregó. 

—Gracias —le dije. La miré esperando que me hablara sobre mi teniente. 

—¿Quieres por un segundo dejar de pensar en Piers? 

—¿Dónde está? 

—No tienes remedio —Sonrió. Se sentó en una silla y se acercó a la camilla —. Lo llevaron a un laboratorio, primero para analizar sus signos vitales… 

—¿Cómo está? —la interrumpí. 

—Ahorita está estable. 

—Debí haber estado ahí para él. 

—Fuiste a rescatarlo. 

—Pero no estuve cuando pendía de un hilo entre la vida y la muerte. 

—Pero estuviste para él cuando se encontraba en la oscuridad. 

—¿Cómo va? 

—Apenas están haciendo pruebas en su sangre, lo bueno es que pudieron contactar con Muller. 

—¿Va a ayudar? 

—Quiere ser parte de la solución. No como su padre. 

—¿Cuándo podré salir? 

—Quizá hasta mañana te darán de alta. 

—¿Puedes hacerme un favor? 

—¿Cuál? 

—Ve a ver a Piers, no quiero que solo escuché voces desconocidas, aunque probablemente los soldados ya fueron, pero aún así. 

—Claro, Chris, lo iré a ver y le diré lo mucho que te preocupas por él. 

—Gracias.

Claire también vino a visitarme, en cuanto se enteró de que me encontraba en el hospital compró boletos para venir a verme. 

Las horas pasaron tan lentas, lo único que quería era ver a Piers. Jill y Claire hicieron lo que pudieron para entretenerme, pero fue inútil. 

Por fin la noche llegó y efectivamente vino el doctor para avisarme que me darían de alta en la mañana si todo iba bien. Así que en cuanto me dio sueño intenté dormirme, batalle un poco hasta que por fin concilie el sueño. 

I'll find you. Where stories live. Discover now