Capítulo 44| No uses la ventana

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—¿Ubicas que mi novio es una dulzura?

—¿Ubicas que nadie te preguntó?

Al paso que iba, Kengkla acabaría por arrancarse las orejas de tanto escuchar a su mejor amigo hablar sobre su perfecta relación con Tay.

Accedió a llevar a casa a Nic para poder pasar tiempo con su mejor amigo que no veía desde hace un año (Claro que se mantuvieron en contacto a distancia.) Se supone que ese rato de trayecto se pondrían al día con su vida, pero no contó con que Nic aprovecharia la mínima oportunidad para hablarle sobre su "Gatito"

Después de llegar a la casa, Nic lo invitó a pasar para seguir charlando. Kengkla quería negarse, sin embargo le gano la curiosidad por saber si todavía la casa seguía siendo como la recordaba.

No había cambiado en nada el lugar, ni siquiera el olor hogareño que emana en la sala. Repentinamente los recuerdos lo bombardearon. En esa sala descosida y en esa mesa de madera solía jugar monopoly con la mamá de Techno.

Por los próximos veinte minutos se la pasó escuchando a su enamorado amigo hablar de su novio como si fuera el ser más extraordinario que existe en la tierra. El nivel subió cuando sacó su celular y le enseñó una pagina web de sexshop.

—¿Sabes lo delicioso que luciría mi Tay con uno de estos? Joder, de pensarlo se me eriza la piel.—Mostró en pantalla un conjunto de lencería erótico color oscuro.

—Eres un enfermo.—Fue todo lo que dijo Kengkla sin el menor interés.

—Vamos, no estés celoso.—Rodeó con el brazo su hombro, atrayéndolo y Kla quiso alejarse como si le diera asco el contacto físico.—Si todavía te gustara mi hermano, seguro pensarías que le quedaría perfecto.

—¿Todavía?—Su pregunta salió como un pensamiento que resonaba en su cabeza.

Nic no pasó desapercibido el estado de confusión en que se encontraba Kla. Una sonrisa malvada y coqueta nació e sus labios, Kengkla supo lo que venia al verlo apagar su celular y ponerse de pie.

—Oh no, sé lo que vas a decir, cállate.—Se puso de pie, alejándose y refugiando detrás del sillón que se interpone ellos.

—¿Y qué se supone que diré Khun Kengkla?—Se burlaba de él.

—Vete al diablo. —Se colgó su mochila.

Salió lo más rápido posible de la casa. Abrió la puerta y antes de poder poner un pie afuera, una escena inesperada ocurrió delante de sus narices.

Había una pareja de hombres frente a la puerta abrazándose. Kla los hubiera llamado inmorales por hacer ese tipo de actos delante de la casa de otros o hubiera echo un chiste para sepáralos..

¡Pero se quedó mudo al descubrir que se trataba de su ex y otro hombre!

—Hay mejores que yo.

—Pero yo quiero a P'No.

Eso fue todo lo que escuchó. Todo totalmente sacado de contexto por lo que no pudo evitarse imaginar cosas que no iban de acuerdo a la situación. No lo culpen, cualquier que estuviera en sus zapatos, creería que es una confesión.

—¿Qué demonios?—La voz de Nic resonó detrás de la espalda de Kla. Estaba igual de consternado que el ex.

Los que se abrazaban giraron sus caras a la puerta, Techno se espantó al ver un par de colmillos sobresalir del hombre al lado de su hermano. De imprevisto empujó un poco el hombro de Fiat para alejarse y limpiar sus lágrimas.

Nic puso una mano sobre el hombro del que parecía estar apunto de abandonar el mundo de lo vivos. Debió haber sido un gran golpe para el lobo.

«Resiste, Kla.» Pensó Nic.

Klano| Por culpa de las expectativas. Where stories live. Discover now