Klano| Por culpa de las expectativas.

Capítulo 45| Nuevo entrenador

—Besamos al mismo hombre ¿Recuerdas?

—Me estás pidiendo a gritos que te de una paliza.—Kla apretó sus puños.

—Wow, Tranquilo lobito.—Estiró la palma de sus manos en señal de paz.— No vine aquí para pelear contigo. Tú y yo fuimos rechazados por el mismo chico..

—¿Y qué? ¿Quieres que hagamos un club de los corazones rotos o qué? Saca tu trasero de aquí Ram o te lo patearé.

—Que agresivo, se nota que la ruptura te sentó mal ¡Suelta la secadora!—Por instinto se protegió el cuerpo alzando los brazos.— ¡P'No tu ex me quiere dar duro y no de la buena forma!

—¡¿Se pueden callar?! P'No necesita dormir.—Fiat entró por la puerta, reteniendo en su boca el cepillo de dientes y empuñando la pasta dental como arma.—¡Oh, wow!

Para su sorpresa se le presentó la vista de Kengkla sometiendo a Ram contra la cama en una postura comprometedora.

—Escuchen, no tengo prejuicios, pero respeten la casa de Techno, vayanse a un hotel si están tan urgidos.—Cerró la puerta.—Joder, estos jóvenes precoces de ahora.—Se escuchó alejándose del pasillo.

—¿Ese es el nuevo novio de P'No?—Ram despegó un poco la cabeza de la almohada, sus ojos iban y venían entre la puerta y el hombre de encima que se había quedado estático.

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—Novio de P'Ram ¿Me puedes pasar el cuchillo enterrado en la mantequilla?

Cuando Nic escuchó la historia de como Fiat creyó que su mejor amigo y Ram eran pareja, aprovechó cada maldito segundo en joderlos con eso.

Las 6:00 A.M era la hora adecuada para que todos desayunaran sobre la mesa y  una excelente hora para que Nic hiciera de las suyas.

—Con gusto.—Kla sacó la punta del cuchillo de la mantequilla.—¿No gustas que te lo entierre en la boca?

—No gracias, soy vegano.—Guiñó su ojo ante el doble sentido.

—¿Me estoy perdiendo de algo?—El despistado de Techno dejó de comer sus tostaditas con mermelada para prestar atención al asunto.

—No tengo hambre.—Kla dejó su plato intacto de comida, se levantó, se colgó su mochila dejada en el sofá y dirigió a la puerta.—Gracias por tu hospitalidad Techno, nos vemos después.
 
Okey.. Creo que esta vez sí se enojo.

—¿Qué le pasa?—Fiat continuó masticando sus tostaditas, mirando curioso al hermano menor y al intruso de anoche.

En lo que uno de ellos hacía una pose de "No tengo idea", el mayor  iba detrás del lobo. El futbolista salió de la casa en pijama, abrió la reja y detuvo al médico que estaba por subir al vehículo.

—¡Espera, Kengkla!—Jaló la manga de su uniforme blanco.—¿Estás molesto?  ¿Hicieron algo que te hiciera sentir incómodo? Puedo golpear a Technic para que aprenda a cerrar su boca.

—Está bien, no importa.—Retiró su mano de su manga, dándole una sonrisa que no coincidía con su acción de alejarlo.—Regresa a desayunar Techno, no te preocupes por mi.

No le gustaba el vacío que creció en su pecho. La inquietud lo supero, por lo que en reacción trató de solucionar lo que ni él sabía que estaba mal.