Klano| Por culpa de las expectativas.

Capítulo 54|El chico del pañuelo

—¿Estás enamorado de alguien más?

Hace una hora su Nong Rick le hizo aquella pregunta cuando acabó de encestar todas los balones. El sonido del objeto botando fue lo único que se escuchó por varios segundos. P'No se quedó sentado en la banca.

—Si.

—¿Por eso no puedes salir conmigo?

—Si.

Rick corrió al balón, tomándolo entre sus manos, dándole la espalda a P'No. Sus dedos jugaban con el objeto como examinándolo, cuando en realidad no quería mostrarle a P' su rostro triste.

—¿Eso significa que he sido rechazado?

—Si.

—P' es muy malo, ni siquiera me diste oportunidad de intentar enamorarte- Su voz animada no coincidía con sus labios curvados en una sonrisa herida que por supuesto Techno no vio—. Pero aún así no insistiré.

—Lo siento.

Tras dar la disculpa se puso de pie, se dio la vuelta y sus pasos alejandose fue todo lo que escuchó Rick. Ese fue el final de su amor no correspondido.

El entrenador no quería volver a casa, no quería mirar ese espacio vacío de la cama, ni quedarse a solas en su cuarto siendo torturado por los pensamientos de su mente ansiosa. No quería tener que enrollarse en las almohadas una vez más a llorar por culpa de recuerdos que brotan como margaritas.

Durante toda la semana había visto desde los altos edificios de la facultad a Kengkla saliendo del brazo junto a otro hombre. Cada vez que eso pasaba sus ojos dolían y al tallarlos era capaz de
reconocer sus rostros. Era casi como si su prosopagnosia lo obligara a ver lo que él mismo había provocado.

Era como si dijera "¿Ya estás contento?" "¿Esto es lo que querías?"

Mentiría si dijera que no lloraba cada vez que veía eso, era muy doloroso ver al hombre que consideraste el amor de tu vida con otra persona. Por otra parte pensó que era lo mejor, pensó que no tenía derecho de sentirse lastimado y debía sonreír porque Kengkla al fin podría amar a alguien que sea capaz
de mirar su rostro cada mañana o ver una película con actores famosos de Hollywood en lugar de una infantil.

Kengkla podría tener una vida normal con alguien que no necesite cuidados especiales. Tal vez dejaría de comer galletas siendo remplazado por un pastel de chocolate. Tal vez ambos se conviertan en una famosa pareja de doctores con las mismas aspiraciones. Tal vez formen una linda familia con un Golden retriver y una hija adoptiva. Tal vez con el tiempo se olvide de P'No siendo únicamente un amor viejo que no merece la pena recordar.

Tal vez no eran el uno para el otro.

Pero Techno no podía amar a otro hombre, no podía detener sus sentimientos con un botón.

Rechazó a Rick directamente cuando este se confesó en la cancha, no podía aceptar entrar en una nueva relación cuando su corazón todavía pertenecía a otra persona, ni podía pedirle a Rick que esperara por él porque sabía que jamás llegaría a amarlo como con Kla. No sería justo darle esperanzas, sería despiadado.

Se mantuvo pensando eso a fondo sin prestar atención a la película animada que se muestra en la pantalla grande. Al salir del entrenamiento fue directo al Cine para comprar el boleto de la última función. Sabía que al ser una caricatura no habría nadie en la sala, usualmente a esas horas de la noche todos prefieren ver películas de terror.

Hoy estaba sólo.

Ya no era más el chico de las galletas.

Ya nunca más volvería a reproducir música en el auto de Kengkla.