nobody does it like you do (draco malfoy)

Capítulo 10

Los cuatro campeones y sus respectivas parejas se adentraron en el salón perfectamente decorado para la ocasión. Fleur se encontraba bella y radiante como de costumbre, acompañada por un estudiante de Ravenclaw; Viktor Krum entro juntó a Hermione Granger; Harry Potter estaba acompañado de Cho Chang; y por supuesto, Cedric caminaba junto a Lyra.

Al entrar al salón Lyra no pudo evitar sentir una mirada puesta fijamente sobre ella. Miró de reojo para encontrarse a Draco con una cara más antipática que de costumbre. Lyra se dio cuenta que probablemente estaba mirando mal a Potter, como era de esperarse.

El vals comenzó rápidamente. A Lyra se le daba naturalmente bien, ya que entre los altos rangos de pureza de los magos siempre se ofrecían bailes de gala. Vale aclarar que desde pequeña su compañero de danza siempre había sido el pequeño rubio platinado que nadie hubiera creído que podría crecer para convertirse en un adolescente tan cruel y arrogante.

La sonrisa de Cedric frente a ella rápidamente la sacó de sus pensamientos y la devolvió justo a tiempo para ser alzada por el aire tomada de la cintura. Disfrutaba su compañía y disfrutaba estar bailando allí con él, aunque eran varios los estudiantes del colegio que la envidiaran y seguramente hubieran dado miles de galeones por estar en su posición. De más esta decir que, como digna Slytherin, a Lyra ese tipo de comentarios no hacían mas que subirle el ego y ponerla de buen humor.

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Después de bailar varias canciones, las ultimas mucho más movidas, a Lyra le dolían los pies y su cabello estaba algo rebelde. De cualquier manera, se estaba divirtiendo muchísimo con Cedric, riéndose, tambaleándose, mirándose fijamente y ruborizándose.

Entre medio de canciones, Cedric le tomó la mano a Lyra y se acercó a su oído para que pudiera oírlo mejor.

—Voy a buscarnos algo de ponche, ¿te parece bien?

Lyra sonrió.

—¡Claro! Mientras tanto voy a ver cómo están mis amigos.

A pocos pasos de la mesa donde se hallaban algunos de sus compañeros de casa se podían oír algunos gritos de Pansy. Estaba discutiendo con Draco, como para variar.

EL rubio se encontraba sentado junto a Blaise, compartiendo unos vasos de algún líquido que quién sabe qué tenía dentro. Una parte de ella deseo que no fuese alcohol, porque las consecuencias bien podían ir desde que su casa perdiera puntos a que armasen toda una escena y terminaran arruinando el baile.

Pansy estaba de pie, y Lyra ya estaba lo suficientemente cerca para escuchar bien la conversación.

—¿Podemos al menos bailar UNA canción? —dijo con un tono de voz entre suplica y enojo.

—Ve a bailar tu misma. No necesitas mi ayuda. Realmente no tengo ganas Parkinson.

Pansy abandono la escena con algunas lágrimas amenazando con salir de sus ojos, y aunque Lyra intento frenarla ella desapareció rápidamente escondiéndose en el baño de mujeres.

Lyra volvió su vista a Draco, con odio. Tomó un asiento vacío a su lado y se sentó.

—Podrías ser un poco mas amable, ¿no te parece? Digo, tu mismo la has invitado al baile.

Malfoy la miro indiferente, como sintiéndose lejano a esa situación.

—No tengo ganas de bailar, punto.

—Pansy te quiere, se preocupa por ti, le importas. Sinceramente, no tengo la menor idea de por qué. Pero es así, le gustas. Todos lo saben, incluyéndote. Podrías ser más amable —repitió esta ultima frase con tono severo, casi dándole una orden más que una sugerencia.

Draco puso sus ojos en blanco y giro para poder mirar a Lyra a los ojos.

—Bueno, así como todos saben que le gusto, todos también saben que ella no me gusta. Incluyéndola.

Lyra se quedo en silencio unos momentos y luego sonrió, haciendo que el rubio levante sus cejas con desconcierto.

—Ya sé porque invitaste a Pansy al baile. Es porque sabes perfectamente que esta loca por ti, y que en ninguna circunstancia te diría que no.

Draco soltó un soplido sarcástico.

—Puedo asegurarte de que ninguna chica rechazaría una invitación mía para este estúpido baile.

—Te olvidas de algo, Draco... —comenzó a decir Lyra mientras se ponía de pie para poder volver con Cedric— Yo sí rechace tu invitación —y con una sonrisa en sus labios, se puso de pie, dejando al platinado con un enojo visible y sin respuesta alguna.

Cedric hizo su aparición con dos copas llenas de algún liquido color violáceo, entregándole uno a Lyra. Le echo un vistazo a Draco.

—¿Esta todo bien?

Según Lyra recordaba, esta era la primera vez que Draco y Cedric cruzaban miraba, y para ser la primera no había sido para nada amistosa. Comenzaron a caminar alejándose de ellos y Lyra se acercó a Cedric para poder contarle vagamente la situación.

—Es solo Malfoy siendo... Malfoy.

Comentó lo ocurrido con Pansy, y el Hufflepuff tuvo una idea bastante buena.

—Algunos de mis amigos no tienen pareja... ¿Qué te parece si vas a buscarla y la invitamos a bailar todos juntos?

El corazón de Lyra se derritió. ¿Acaso alguien podía albergar tanta bondad dentro suyo? Como reflejo se tiro en sus brazos, abrazándolo mientras hacía equilibrio para no tirar las bebidas.

♦♦♦

De más está decir que al principio Pansy se negó. Pero la persistencia de Lyra era algo que la caracterizaba.

—Lo siento, Pansy, pero no pienso irme de aquí hasta que digas que si. Por lo menos una canción... Por favor —habló a través de la puerta del baño que las separaba.

Pansy abrió lentamente la puerta, con lagrimas visibles en sus ojos y su maquillaje corrido. Lyra le sonrió.

—Ven, te arreglaremos eso e iremos a divertirnos un poco, para variar.

Dicho y hecho, todos terminaron bailando animadamente, incluso Daphne y Theo se sumaron al grupo.

Después de un rato, Lyra dio un vistazo alrededor del Gran Comedor y se dio cuenta que quedaban muy pocas personas. Todas las chicas con las que compartía habitación ya se habían ido acostar y no sabía en qué momento también se habían esfumado Blaise, Draco y el resto de sus compañeros de casa.

Después de un ultimo baile lento pegada a su chico, decidieron que era momento para irse. Realmente habían disfrutado hasta el último momento.

Cedric naturalmente, fiel a su condición de Hufflepuff y prefecto, se ofreció a acompañarla hasta su sala común en las mazmorras.