Baby Counterattack - Goyuu [Resubiendo]

Capítulo 12

Ambos viajaban junto con su hijo en silencio, dejándose llevar solo por el momento y relajándose al son de la música que sonaba en la radio. El pequeño bebé yacía dormido en la parte trasera del auto, mientras que los adultos iban en silencio. Satoru manejaba a una velocidad, parcialmente, baja; con el objetivo de pasar el mayor tiempo posible con el Omega y el infante.

Yuuji se limitaba a observar los pradíos que se llegaban a ver cerca de la carretera, proyectando en su mente la imagen de el y su familia viviendo en el campo.

En una pequeña cabaña, acogedora, cálida y lo suficientemente espaciosa para los tres. Lejano de la ciudad y toda esa urbanidad que ciertas veces lo agobiaban. Aspiraba una vida tranquila, realmente siempre lo hizo, quizás porque de pequeño iba mucho al campo a visitar a su abuelo.

Y ahí estaba de nuevo, recurriendo a las memorias de su infancia.

Meneó la cabeza de un lado a otro, y se giró levemente para ver al pequeño dormido. Recompuso la postura y, esta vez, dirigió la vista hacia el Alfa.

— ¿Ya me dirás a donde nos dirigimos?- preguntó con una sonrisa coqueta

Satoru lo vio unos segundos para volver a ver hacía el frente.

— Aún no, pero si me das un beso podría considerarlo - dijo regresándole el coqueteo

Yuuji no meditó mucho, hasta moverse un poco hacia su lado y dejarle un beso en los labios al mayor, quien lo recibió gustoso saboreando el dulce sabor que estos tenían.

— Recuerdo que, una vez, mencionaste sobre querer ir a una feria, pero nunca tuviste la oportunidad

El Omega intentó recordarlo también.

— ¡Ah, si!, lo dije, pero... no es que no tuviera la oportunidad, debía trabajar a tiempo parcial para ayudar a papá con los gastos de la casa, cuando él enfermó... En ese entonces, había llegado un circo a la ciudad y todos los chicos de mi edad fueron a verlo, contando sus experiencias.... Mientras yo me quedé simplemente con el "que hubiera pasado si...." - enmarcó con sus dedos la palabra

El albino observaba de reojo la expresión del menor, comprendiendo que aún habían muchas cosas que desconocía de él y viceversa. Nunca se dieron el tiempo de tratar detalles de su vida por sobre la del otro. No fue capaz de percibir correctamente las heridas que Itadori tenía grabadas en su vida, ya fuera por su niñez, su adolescencia y su relación familiar.

Y así se atrevió a hacerle más daño, también.

— Aunque, eso solo lo mencioné de pasada, ¿Sabes?, no pensé que lo recordarías tan bien - comentó avergonzado, mientras tomaba uno de sus brazos - Nunca te vi como el tipo de pareja detallista a ese extremo

Gojo sonrió.

— Quizás porque nunca terminamos de conocernos, aún hay mucho que no sé de ti y tú de mi, y eso es justamente en lo que quiero enfocarme. Quiero profundizar mi relación contigo, conocerte bien, incluso más de lo que ya sé

— ¿Que es lo que quieres saber de mi?

— Eso no se pregunta, cariño. Es mejor ir con calma, déjame ser yo quien descubra todo de ti, ¿Vale?

Esta vez, Yuuji sonrió.

— Vale

Ambos se observaron unos minutos que prologaron en su mente por horas, solo con la imagen del otro en la cabeza. Era increíble el cómo la química fluía tan relativa en los dos, que no necesitaban palabras para expresas sus sentimientos. Podían decirlo todo o nada con esas miradas.

— ¿No te parece increíble lo rápido que el tiempo pasa, cuando estoy contigo? - preguntó Satoru al ver la hora

Dejando que Yuuji se viera, otra vez, inundado por los recuerdos. Sin embargo, ahora eran memorias de esa noche estrellada, en donde la luna era el único reflector que alumbraba cualquier camino a su paso.