Eiji Okumura

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No podía describir la emoción que sentí al conocerle, ese día en el teatro estaba con Bones y este tenía que irse para ayudar a un amigo en su restaurante.

Había estado muy cómodo y de hecho lo estuvo todos esas casi cuatro horas, un aroma a Café y Tierra mojada lo reconfortó. No sabía si era alguien o se lo estaba imaginando. Su amigo tuvo que irse al término de la primera conferencia.

Acepto algo nervioso, no era un antisocial que le tenía miedo a la calle, no. Solamente que ahí mismo estaba Sing y no quería lidiar con el, últimamente estaba demasiado detrás de él. Antes eran amigos, pero desde que se le confesó era algo cansado, llegaba al punto de acoso. Habían peleando hace poco y el chico se ponía desesperante, no era miedo, simplemente no quería pelearse con un Alfa que media una cabeza más que el.

Cuando una chica dijo que encontró un trabajo olvidado y volteo a ver dónde, recordó al chico de ojos bonitos y cabello brillante que logró ver de reojo al voltear. Tomaría esa oportunidad para huir del Alfa, así que corrió por más que pudo detrás del cabello brillante cuando lo vió a lo lejos. Y efectivamente logro que Sing se fuera.

Ni siquiera supo cómo, pero el tiempo se paro, su corazón golpeteo y su Omega saltó de un brinco emocionado. Sí, su pequeño lobo que casi siempre se la pasaba dormido y quieto, el oler al Alfa lo hizo pegar un salto y mover la cola como loco.

Fue sorprendente cuando Aslan, que lindo nombre, este era muy gracioso e interesante, al hacerlo reír tanto y sentirse tan bien fue un descubrimiento. Hace mucho no se sentía así con un Alfa, en realidad nunca se había sentido así, menos al acabar de conocerle. Claro que tuvo algo de temor, pero su Omega le decía que confiara y se dejará fluir. Además que él joven no olía a ningún Omega y en tantas horas de hablar sobre sus vidas no le comento nada de una pareja.
Su lobo le insistió que confiara, que el Alfa no le haría daño, no intencional.

Así mismo lo hizo, habían intercambiado números y desde esa tarde, aunque tardo un día en hablarle, cuando lo hizo fue constante. Hablaban todos los días sin falta, quedaban varias veces e iban a comer algo por ahí fuera de la universidad.

Se asustó un poco cuando descubrió que el joven rubio era hijo de una de las personas importantes del gobierno en Estados Unidos, principalmente de New York. Al parecer era de mucho dinero, aunque esto dejo de importarle al conocerle más y ver que a este no le importaba nada de eso. Podían ir a comer a dónde sea, en ningún momento mencionaba algo sobre clases sociales, así que se sintió aún más cómodo y dejo de temer por salir herido.

Le habían hecho mucho daño antes, se encontró con los Alfas equivocados, incluso salió con un Beta, pero tampoco funcionó. Había estado mucho tiempo soltero y en realidad no buscaba tener una relación o enamorarse, claro, hasta que ese Alfa de mirada jade se cruzó en su camino...

Eran tan parecidos y a la vez tan distintos, le agradaba bastante aquello.

Podían hablar durante horas y no se cansaban, se caían realmente bien, nunca había reído tanto, mucho menos al mismo tiempo se sentía tan atraído y conectado. Eso le agradaba. Solamente habían hablado, pero eso lo tenía muy feliz.

Solamente una vez le abrazo, la última vez se vieron, de hecho acaba de hacerlo. Ese día al despedirse él Alfa se acercó y lo abrazo dejando su mezcla de aromas en él. Iba a ser hermoso poder traerle consigo y olerle un poco más.

Al entrar a la pastelería y pasar a la parte de atrás, sus padres lo vieron fijamente poniéndolo nervioso. No dijeron nada, al menos ellos.

–¡Estás saliendo con alguien! – exclamó su hermana. – Apestas a Alfa, si fuese solamente por el olor no diría nada, podría ser de aquí, pero es un aroma intenso a Café Alfa, qué raro... Que no tenemos dos olores? – preguntó.

𝙐𝙣𝙙𝙚𝙧 𝙋𝙧𝙚𝙨𝙨𝙪𝙧𝙚 - 𝐀𝐬𝐡𝐄𝐢𝐣𝐢 ~ ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇWhere stories live. Discover now