05.Justificaciones.

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Clover mantuvo la cabeza apoyada contra el respaldo del asiento durante lo que parecieron  horas enteras

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Clover mantuvo la cabeza apoyada contra el respaldo del asiento durante lo que parecieron  horas enteras. La suave vibración del coche a una velocidad de sesenta kilómetros por hora era, de alguna forma, agradable. Casi le permitía ignorar la presión sobre su pecho, que parecía danzar dolorosamente dentro de ella. Cada varios instantes, cerraba sus ojos e imaginaba que nada de aquello estaba ocurriendo realmente. Pero, la realidad era que la idea de estar allí junto a Zemo huyendo hacia lo desconocido, era mucho más agradable que saber que el experimento había perdido toda cordura, y estaba dispuesto a eliminarla.

    No tenía forma alguna de describir lo que ocurría en ella. Tampoco sabía si existía alguna explicación coherente. Era una clase de ausencia instalada justo en el centro del corazón. La ausencia de algo fundamental dentro de su corazón hacía parecer cada latido hueco y sin sentido. Allí estaba ausente algo que jamás llegó a pensar que podría faltar. Se sintió temblar de tan sólo imaginar por unos instantes lo que verdaderamente ocurría con ella, y la verdad era que no tenía forma alguna de ignorarlo. El cariño no correspondido que aún se albergaba sobre Clover era algo de lo más doloroso que había experimentado, y el saber que su propia creación —su propio hijo— no la veía como nada más que una enemiga sólo era una tortura. Sin embargo, contenía las lágrimas que sabía que tarde o temprano debía eliminar.

COLLATERAL › barón zemoWhere stories live. Discover now