Capítulo: ¿Te hizo algo?

1.9K 282 151
                                    

🖤 Editado🖤

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

🖤 Editado🖤

— No te levantes — me ordena Azael quien sigue casi encima de mí sin llegar a lastimarme sirviendo como un escudo.

La camioneta se mueve muy brusco y los disparos no cesan. El alcalde alza el arma que trae sin levantarse completamente y a ciegas empieza a disparar, entre tantos disparos puedo escuchar el derrapar de las llantas, pero no del vehículo en el que me encuentro.

— ¡Ahora! — grita Azael e inmediatamente los chicos se hincan en una pierna y dan comienzo a la lluvia de balas contra el enemigo.

Aprovecho que Mayer se quitó para disparar y me asomo un poco con la intención de ver lo que está pasando.

— A las llantas, disparen a las llantas — dispone muy autoritariamente su líder.

El carro de los sujetos que nos perseguían se detienen al ser impactado por las balas y patinar un poco.

Víctor le da unos golpes al techo de la camioneta y está acelera haciéndome que caer hacia atrás.

— ¿Todos están bien? — pregunta el alcalde mientras me ayuda a sentarme.

— Si señor, ningún herido — le responde un tipo que viene con nosotros.

—¿Era el grupo de Seth, verdad? — cuestiono algo agitada.

— Sí, le dije que podían hacerlo.

— ¿Cuánto falta para llegar?

— Una hora — contesta Víctor con ese tono cortante.

Una hora después nos encontramos en un laboratorio o bueno eso es lo que dice el letrero a un lado del portón negro. Laboratorio de San Francisco, perfecto para la población inteligencia.

Mayer se baja de la camioneta y se detiene frente al portón donde se encuentran dos tipos con uniforme policial, no alcanzo a escuchar lo que dicen, pero después de un rato de estar hablando, Azael vuelve y el portón se abre dejándonos entrar.

¡Wow!

Este lugar es muy grande, tiene una zona verde bastante extensa que es partida a la mitad por un camino de pavimento que guía hacia un edificio de 4 pisos muy amplio, de paredes blancas y ventanales tan grandes que dejan a la vista el interior del sitio.

Todos bajamos de la camioneta quedando frente al edificio del cual sale un hombre que saluda a nuestro alcalde.

Realmente no estoy poniendo atención a lo que dicen por estar embobada en la estructura, hasta que lo siento.

Ese tirón, esa cercanía, esa sensación tenerlo conmigo, de seguridad, de necesidad. Sin pensarlo y sin importarme lo que pasa a mi alrededor, corro hacia el edificio, ignorando a cada persona que se me queda viendo.

— ¡BELA!, ¡VUELVE AQUÍ! — escucho a alguien gritar, pero no hago caso, solo corro por los pasillos y a medida que avanzo más puedo sentir ese cosquilleo en los dedos, el pequeño pinchazo en mi pecho.

Belleza Letal (primer libro) ✔️Where stories live. Discover now