Prólogo

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La lluvia aumentaba cada vez más según el paso de las horas, el ser de noche le daba un toque tenebroso a la casa. Podían escucharse uno que otro relámpago, pero nadie se inmutaba. El estrepitoso sonido de los truenos era una candencia a la que estaban tan acostumbrados que lo pasaron desapercibido.

En la sala de la casa se encontraba un pequeño niño de ojos color cafés claros, cabello castaño y mejillas rosadas. Él estaba sumergido en sus pensamientos mientras jugaba con un pequeño auto de juguete color rojo. La ternura que irradiaba dicho ser humano era muy fácil de notar, se veía a leguas la nobleza en sus pupilas de tono miel.

La madre del pequeño permanecía en la mesa del comedor en medio de una pequeña junta a través de su computador. Los dos estaban en su mundo, pero en el caso del pequeño, la falta de atención comenzó a disgustarle.

El castañito, al ver a su madre decidió levantarse del suelo. Sacudió sus pequeñas piernas y después comenzó a correr hacia ella luciendo emocionado por un nuevo descubrimiento que acababa de presentar.

— ¡Mami! ¡Mami! Mila, el calito lojo, hace burrrrr — movió el juguete de un lado a otro para que su madre lo observara. Era una escena encantadora para cualquier persona, pero no para una estresada y llena de trabajo.

La mujer, sorprendida por la actitud de su hijo, trató de buscar una manera sencilla para que su niño parlanchín guardara silencio y no la molestara — Guarda silencio, hijo, estoy trabajando — ella extendió su mano alcanzando su bolso que permanecía en la mesa, después buscó algo en el interior, cuando lo encontró al instante lo sacó — Ten, toma la tablet y quédate callado. Mamá está ocupada — le extendió aquel aparato que para el niño era completamente común. Cosa de nada.

El niño, confundido toma el artefacto no sin antes preguntar — Pelo, ¿no vas a jugal conmigo?

— No lo repetiré dos veces. Estoy trabajando.

El castaño se encogió en su lugar, decidió mejor no seguir insistiendo y volver a donde estaba anteriormente. No era la primera vez que su madre aplicaba la misma técnica de darle el artefacto para que él no la molestara, así que decidió jugar.

Él, como cualquier niño era muy curioso, de tantas veces que había tenido aquel artefacto en su manitas había descubierto un nuevo mundo. La tecnología para él era muy fácil de dominar. Con tan solo cuatro años él era muy hábil lidiando con este tipo de artefactos.

Con la huella táctil desbloqueó el aparato y comenzó a curiosear. Sus dedos tocaban sin parar la pantalla. El brillo del aparato se reflejaba en sus ojos. Cada opción, cada aplicación y cada configuración.

Viajó por un muy buen rato en internet buscando algo con lo que pudiera entretenerse. Eran tantas las cosas que podría hacer que ni su propia madre podría darse cuenta de la increíble habilidad que tenía su hijo a pesar de su muy corta edad.

Una vez que se introdujo en un sitio, dio click en una página muy poco conocida al parecer. Navegó por un muy buen rato llegando a un link bastante extraño, tenía algunos números, códigos y signos extraños que no supo definir. Pero, cuando finalmente algo llamó su atención sus ojos relucieron brillando con curiosidad.

Él era muy fan de los juegos y al encontrar uno nuevo que jamás había visto antes decidió meterse en el sin pensarlo. Estaba demasiado aburrido y ese juego le llegó como anillo al dedo.

El juego llevaba de título "#H0rr0r".

Al ver esto la vista del castañito se dirigió a la mujer en la mesa, pero para no interrumpir a su madre decidió ir a su habitación para jugar sin ninguna molestia.

Sus pasitos apenas y lograron ser audibles. Una vez que llegó a su gran habitación cerró la puerta y acto seguido, se sentó en el suelo. Colocó el artefacto en sus piernas y entró en el juego.

Lo primero que sus ojos vieron fue un vídeo instructor de lo que sería el juego donde explicaba la introducción a aquel mundo nuevo donde el pequeño se atrevió a viajar.

Este consistía en crear retos para exactamente nueve jugadores donde debía obstruir sus pasos para que ellos no llegaran al final de los niveles, o si no, él perdía. Lo captó al segundo, así que sin pensarlo presionó en el botón para iniciar la partida.

Aquel botón de color rojo hizo una simulación de ser tocado, pero sorprendentemente su pequeña mano no pudo despegarse de la pantalla. Aquella Tablet se apagó sin motivo y esta comenzó a desintegrar su cuerpo como si el aparato lo estuviera succionando. Y entonces, después de gritar por una ayuda que jamás llegó, de un segundo a otro el niño desapareció dejando como misterio su desaparición.

Y para cuando este accidente fue notado se cuenta que nunca lograron dar con el paradero de aquel niño, tanto así que a pesar de tantas búsquedas aquel pequeño nunca apareció.

Hasta que el tiempo pasó y lo mejor para calmar a la gente fue decir que aquel niño había muerto, pero nunca encontraron su cuerpo.

Todo fue una horrible y espantosa coincidencia.

¿Quién iba a pensar que un simple juego podría desaparecer a un niño de cuatro años? Pero pensándolo mejor, ¿y si el niño nunca desapareció? ¿Y si quien desapareció realmente fue al mismísimo juego?

Nadie nunca pudo saberlo, ni siquiera se acercaron a la pista central, hasta que los años pasaron y aquel juego se volvió una realidad.

































Bienvenidos al juego de la muerte. ✔
















































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Como ya les había avisado en "Agente 508" finalmente les traigo esta historia como especial al mes de Octubre, espero y logre ser de su agrado. Será la primera vez que escriba algo como esto.  👀

Advierto que esta historia tendrá un smut distinto a lo que he escrito antes. También cabe recalcar que esta historia sólo durará un mes, así que serán pocos capítulos, algunos cortos, otros largos.

Tratare de que las actualizaciones sean en la noche para tener una mejor experiencia, subiré el capítulo 1 en cuanto el siguiente mes llegue <3

Gracias por seguir aquí. 💜




atte: bubble. 🤍

El Juego de la Muerte [Emiliaco]Where stories live. Discover now