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De derecha a izquierda, de izquierda a derecha, derecha otra vez, izquierda una vez más y así sucesivamente.

Mikasa no dejaba de dar vueltas por la habitación, sentía que su alma saldría de su cuerpo en cualquier momento, sus manos sudaban, sus dedos quitaban y colocaban la tapa del plumón que trae consigo y sentía su frente helada como la piel de un cadáver. No podía quedarse quieta, trataba despejar sus pensamientos y calmarse pero todo era en vano.

Mikasa —Llamó suavemente Armin, quién se había mantenido en silencio sobre la cama viendo a su amiga ir y venir con un libro entre sus piernas.— Si sigues así vas a terminar haciendo un zanja en el piso, cálmate, además me estás mareando

Al oír las palabras de su amigo Mikasa se detuvo en seco y le miró con el ceño fruncido.

¿¡Cómo quieres que me calme Armin!? Literalmente mi vida y mi estadía aquí están por irse al caño ¿¡Entiendes!? — Replicó dejando en evidencia lo alterada que se encuentra.

Hpm... A mí me parece que estás exagerando —Dice el rubio como si nada.

¿¡Tú crees!? —Dice la azabache un poco molesta.

Si —Respondió Arlet y volvió a su lectura.

Mikasa estaba por decir algo más pero se contuvo, simplemente se quedó callada meditando las palabras de Armin por un breve momento.

Tienes razón —Reconoció y el más bajo alzó la mirada para encararla.— Pero... ¡Agh! Sabes... La idea de las notas me pareció me pareció excelente cuando me la sugeriste hace varios días y...

¿Tienes miedo de llegar al final de todo esto verdad? — Le interrumpió.

La joven Ackerman solo asiente con la cabeza.

Ella y Armin habían armado un pequeño plan hace varios días cuando Mikasa por fin le hizo saber a su amigo sobre sus sentimientos por el capitán, sin embargo, cuando hablaron sobre la parte de confesarse, Mikasa sintió el verdadero terror en su ser y trás varias prácticas fallidas sobre como hacerlo, Armin tomó la idea de dejarle notas de uno de sus libros hasta llegar el momento del paso final: "La confesión".

Cuyo día se aproxima cada vez más y más. Y Mikasa quería enterrarse viva.

Dime Armin —Le llama dándose la vuelta caminando hasta el buró del otro de la habitación, cuya superficie yace una pequeña hoja amarilla.— ¿Crees que ya lo sepa? ¿Se habrá dado cuenta? ¿Habrá comenzado a sospechar?

No lo creo —Contestó casi de inmediato pasando la hoja de su libro.— Es una persona ocupada y un tanto distraída. Si, acaso apenas comenzará a investigar, eso pienso yo —Concluye sin despegar la vista de su libro.

Ante la pequeña teoría de Arlet Mikasa suspira y destapa el plumón entre sus manos, escribiendo la siguiente nota.

Espero que tengas razón —Le responde finalizando de escribir la nota.— O tú y tus libros estarán en problemas

Por un momento la azabache juro escuchar el interno "Ay" por parte de su amigo.

Notas Para El Capitán | RivaMikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora