Fissures

III

—No creo que sea necesario llevarla—Aquella voz nerviosa se escuchaba por la habitación, Donna no tenía el velo puesto, Angie estaba de frente sentada en su cama.

—Pero Alcina dijo que es para disculpar los malos modales de sus hijas de forma apropiada, se verá algo extraño que no vaya la principal invitada—Angie tampoco estaba tan segura de querer llevar a Jean pero sabía que las Dimitrescu no le haría daño ahora que sabían que estaba a su cuidado—Entiendo tu preocupación Donna pero no creo que le hagan nada malo, tenemos buena relación con su familia

—Pero ¿Y si sucede algo como lo del otro día?—Preguntaba con mucha preocupación y por un momento quiso morderse las uñas como en el pasado—Ella no puede ver, estaría indefensa

—No lo estará, solo iremos a comer algo, charlamos un poco, la tendremos siempre a nuestro lado para que nada le pase—Abogaba Angie, pues no consideraba algo malo que Jean pudiera interactuar con más personas, aunque fueran un poco peligrosas—Además le vendría bien socializar, se la pasa todo el día sola, no siempre puedo estar para hablar con ella y tu no interactúas mucho que digamos

Ante lo dicho Donna hizo una mueca, se sentía reprendida de alguna forma, pero era cierto Jean se la pasaba encerrada sola, muchas veces sin quien hablar, quizá no estaría tan mal llevarla a esa reunión.

—¿E-entonces iremos a la casa de esas señoritas?—Jean recibía la noticia con algo de sorpresa, ¿En serio aquella chica lo sentía y quería disculparse?

—Así es, mañana nos iremos a las 10 am y pasaremos la tarde allí, regresaremos al caer la noche—Mencionaba Angie quien se encontraba arriba de una silla—Y otra cosa es que Donna te hizo ropa para la ocasión

Donna le había hecho ropa, sí, había escuchado bien—¿Pero cuando ella..

—¡Para, para que no entiendo lo que dices!, recuerda que yo no se francés—Dijo con disgusto la muñeca mientras se acercaba a la cama.

—Oh lo siento es que me preguntaba cuando Donna tuvo tiempo de hacerme ropa, parece siempre estar muy ocupada, me la encuentro muy pocas veces—Menciono esto último con un atisbo de tristeza.

—Si bueno...—Angie dudaba pero le mueca triste de Jean le pudo más, realmente tenía debilidad hacia ella—Agg esta bien pero ni lo menciones, si ella sabe que te lo dije estará tan avergonzada—Comentó la muñeca quien recibió un asentimiento, Jean no diría nada— Hace tiempo empezó a hacerse diferentes tipos de ropa, generalmente la ropa que te pones te la ha hecho ella, tiene muchos otros estilos de ropa hecha, como vestidos y demás pero que no se ha atrevido a darte

Jean sentía su corazón explotar de alegría pues Donna se preocupaba bastante por ella y ahora sabía que no solo ella pensaba en su salvadora si no que en la mente de Donna también estaba ella de forma frecuente.

—Entonces ella...—Se calló de inmediato al escuchar los silenciosos pasos familiares de Donna, unos instantes después tocaban la puerta y Angie contestó—Hola Donna—Saludo Jean con una sonrisa algo tímida sin acabar de procesar aún su emoción.

Donna al verla pensó que era lo más bonito que había visto en tanto tiempo, su sonrisa tímida la contagio por debajo del velo y de forma suave contestó el saludo—Hola Jean

Algunos minutos pasaron, Donna seguía ahí admirando la belleza de su sonrisa y Jean disfrutando de la presencia de Donna.

—Amm yo...—El silencio por fin se vio terminado, Donna traía algo entre los brazos—Te traje un vestido para la reunión de mañana, y-y espero que te guste