17° ENAMORADA DEL CHICO "MALO" ❤

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CAPITULO 17:

Agradecí que Eugenia ya se hubiera metido en la cama y no tener que sufrir sobre su escrutino, aunque eso nos hubiera dado una oportunidad para deshacernos del ambiente que se había apoderado de nosotros.

Era obvio que ninguno de los dos sabía muy bien en qué punto nos encontrábamos o cómo actuar a partir de ese momento. Y no parecía que Peter estuviera dispuesto a ser él el que retomara la charla. Yo simplemente estaba exhausta. Me dolían la cabeza y los pies, y mi mente se había convertido en un agujero negro que no permitía que escapara ningún pensamiento coherente.

La inercia llevó mis pies hasta mi dormitorio. Lancé el bolso sobre la silla y me giré para encontrarme con que él estaba justo detrás de mí. Intenté dar un paso atrás, pero me topé contra la cama.

Peter:Lo siento, L. Siento haber sido un tarado. No quería enojarme. Yo solo… –tomó aire y lo soltó, cerrando los ojos– Me comportaré, lo prometo.

Deslicé el dedo desde su frente hasta su mentón, pasando por su nariz, el lunar sexy que tenia y los labios. Me hubiera gustado que la arruga de su ceño desapareciera, pero todo lo que hizo al percibir mi caricia fue abrir los ojos para mirarme. Sus iris brillaban.

¿Cuánto estaba dispuesta a sufrir? ¿Cuántas veces tendríamos una discusión similar? Y lo más importante, ¿serviría de algo o solo conseguiríamos hacernos daño?

Lalu:No pasa nada, Peter. Somos amigos –dije, sintiéndome una completa cobarde–

Su expresión decepcionada me indicó que no era esa la respuesta que esperaba. Depositó un beso sobre mi sien y sus labios se demoraron contra mi piel varios segundos.

Peter:Buenas noches, L –susurró en mi oído, antes de marcharse y dejarme sola–

No me moví hasta que escuché cómo se cerraba la puerta de su habitación y la primera canción se filtró a través del tabique que nos separaba. Me senté en la cama mientras trataba de reconocer la letra. Declaration. Aguanté la respiración hasta que David Cook se lamentó por no valer lo suficiente.

¿Era eso lo que Peter pensaba? ¿Que no valía la pena?

Me deshice de los zapatos y me quité el vestido. Apenas un minuto más tarde ya estaba bajo la ducha, dejando que el rumor del agua apagara el sonido de la música e intentando no ceder a la tentación de irrumpir en la habitación de Peter. No funcionó.

Cerré el grifo y salté fuera de la ducha una vez que eliminé el jabón de mi cuerpo. Cacé al vuelo una camiseta y unas bragas y me las puse de camino a su dormitorio. Ni siquiera me detuve para llamar.

Peter estaba tendido sobre su cama y vestía aun menos ropa que yo. Tragué saliva ante la visión del dragón que asomaba bajo el elástico de sus calzoncillos. Se apoyó sobre el codo y me invitó a entrar con un gesto de cabeza. Avancé hasta quedarme parada en mitad de la habitación, la alfombra de pelo largo que la presidía me hizo cosquillas en los pies.

Peter:¿Necesitas algo? –me preguntó con cautela–

«A ti», exigió mi cuerpo.

Pero yo negué con la cabeza. Tiré del borde de mi camiseta hacia abajo, sintiéndome desnuda y estúpida por haber claudicado a mis temerarios impulsos. Peter alargó el brazo y detuvo la canción que sonaba, como si esperase mi siguiente movimiento para elegir una más adecuada a las circunstancias. El corazón me golpeaba las costillas con tanto ímpetu que estaba segura de que en cualquier momento se daría cuenta.

ENAMORADA DEL CHICO "MALO" ❤Where stories live. Discover now