Bonhomie

Capitulo 03.

Capitulo 03

Shim JaeYoon

—I'll stay in the pool and drown... So I don't have to watch you leave...

—¿Ya he dicho lo mucho que me gusta oírte cantar?

¿Qué tienen todos con asustarme cuando estoy distraído?

Es que todo el tiempo lo estás.

Vale. Ya calla conciencia.

—¡Dejen de hacer esto! —exclamo al voltear rápidamente y fijar mis ojos en el pelínegro.

—¿Hacer que cosa? —pregunta fingiendo inocencia, que tiene como resultado que le mire con mala cara y le de un golpe— ¡pero no seas violento!

—Eres un idiota.

—Más respeto con tus mayores.

Ignorando a mi amigo, continuo borrando la maldita tiza que no quiere salir de la maldita pizarra.

—¿Qué haces aqui, Youngbin?

—JungWon me dijo que hoy te tocaba la limpieza.

—¿Le preguntaste por mi? —pegunto burlón.

—Siempre que le hablo es para preguntarle por ti, en lo personal JungWon me da miedo. Y no te rías, no es gracioso.

—De hecho sí lo es. No entiendo la razón por la JungWon les da miedo, es un angelito.

El pelinegro me mira con una ceja alzada.

—Le fracturó la nariz a su propio novio solo porque quería llegar rápido a la cafetería.

—¡¿Por qué mencionas eso eso ahora?! —dejo otro golpe en su cabeza— fue sin querer. Y como sea, gracias por espérame. Es un lindo gesto de tu parte.

—No agradezcas, lo hago porque quiero. No me sentiría bien sabiendo que vas solo a casa a esta ahora.

Miro por la ventana más cercana, es de noche. El tiempo pasó volando. Aunque en realidad me gusta cuando me toca limpiar el salón, estar aquí de noche y poder observa las estrellas desde mi lugar favorito de todo Seúl.

—Terminé, sígueme —tomo la mano de Youngbin, comenzado a caminar hacía mi lugar favorito— te llevaré a un lugar muy especial.

—¿Debería tener miedo?

—Sigues hablando y sí tendrás que tenerme más miedo que a JungWon.

—¿Dónde se fue mi dulce y Angelical Jakey?

—Pasar tanto tiempo lejos de Layla me hace perder la cabeza.

—Solo pasaron un par de horas, la viste en la mañana. Eres todo un caso.

Blanqueo los ojos divertido, continuo guiandonos por los solitarios y silenciosos pasillos del instituto, pero es un ruido en seco y una maldición lo que hace que detengamos el paso.

El rubio se incorpora del suelo y toma su mochila molesto, su golpe debe de doler mucho por la cara que trae.

—¿Ese no era Riki? me compadezco de él... su caída debió doler.

—De alguna u otra forma siempre come suelo —me burlo, riéndome de mi mejor amigo, causando que Youngbin me juzgue con la mirada —no me mires de esa forma, estoy un tanto molesto con Ni-ki. Se burló de la foto de Sung...

—¿Sung...?

—Nada.

Idiota.

¡Ya lo sé!